El conflicto armado entre católicos y protestantes causó más de 3.500 muertos en tres décadas. Reid era miembro de la orden Redentorista y desempeñó la mayoría de su ministerio en el monasterio Clonard, del norte de Belfast, donde durante 40 años vivió de cerca de todo ese infierno.
Al involucrarse, actuó como intermediario entre el presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, y el líder del Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP, nacionalista moderado), John Hume, quienes en negociaciones secretas aspiraban a lograr una tregua del IRA y establecer conversaciones de paz con el gobierno británico.
Con su papel como mediador se ganó la confianza de los dirigentes del ya inactivo IRA y llegó a reunirse también con varios primeros ministros irlandeses.
El 10 de abril de 1998, con la firma del Acuerdo del Viernes Santo y el comienzo del proceso de paz en la región, Reid siguió muy vinculado a los esfuerzos de los republicanos por abandonar definitivamente la violencia y acogerse a la vía democrática.
Cuando finalmente el IRA anunció en 2005 la destrucción de todos sus arsenales, el religioso, junto al reverendo protestante Harold Good, se convirtió en uno de los testigos de este proceso supervisado por la Comisión Internacional Independiente de Desarme.
Con el proceso de paz encarrilado, Reid ofreció sus conocimientos en la resolución de conflictos en otras partes del mundo, como en el País Vasco, donde residió periódicamente desde 2002 y mantuvo reuniones con todos los partido
Con el proceso de paz encarrilado, Reid ofreció sus conocimientos en la resolución de conflictos en otras partes del mundo, como en el País Vasco, donde residió periódicamente desde 2002 y mantuvo reuniones con todos los partidos.
Reid será recordado por una de las imágenes más icónicas del conflicto norirlandés, en la que da la extremaunción a dos soldados británicos asesinados durante un funeral de combatientes del IRA en Belfast en 1988.
El viceministro principal norirlandés y "número dos" del Sinn Fein, el excomandante del IRA Martin McGuinness, destacó hoy la personalidad "extraordinaria y humilde" del sacerdote, así como su "enorme contribución al proceso de paz".
"Me siento profundamente apenado, no lo he digerido aún", declaró Gerry Adams, quien describió el monasterio de Clonard, el lugar de trabajo de Reid, como "la cuna del proceso de paz", informó la agencia de noticias EFE.
"Alec Reid vivió de acuerdo con el mensaje del Evangelio. Adoptó una visión que era contraria a la oficial, que negaba el diálogo", añadió Adams al recordar cuando Londres y Dublín rechazaban tender puentes con el movimiento republicano.
Fuente: Télam