En tanto, esta mañana se conoció un comunicado del máximo jefe de las FARC, Timoleón Jiménez ("Timochenko"), donde afirma que "aunque el Presidente cree jugar con cartas marcadas y seguro de ganar, está nervioso. Promete y miente, amenaza y miente", y adjudica al "capital internacional" la decisión de terminar con el conflicto interno de Colombia.
"En este proceso el que decreta las pausas y pone las condiciones no son las FARC", dijo el mandatario anoche, molesto por el comunicado que la organización insurgente había difundido durante la mañana, anunciando unilateralmente la suspensión temporal de las negociaciones para analizar el "delicado asunto" del referendo sobre un eventual acuerdo, propuesto el jueves por el gobierno.
"He tomado la decisión de llamar a los negociadores para que se vengan inmediatamente a evaluar el alcance de ese comunicado, el alcance del comportamiento de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) frente a iniciativas que lo único que están buscando es acelerar la solución de este conflicto", agregó Santos.
Las conversaciones se reanudarán cuando el Gobierno "lo considere apropiado", agregó el mandatario, poniendo en evidencia un endurecimiento en la estrategia del gobierno, ya que al mediodía Santos había considerado "legítima" la pausa dispuesta por las FARC, aunque pedía celeridad.
"Legítimo que lo estudien, pero el tiempo pasa y la paciencia del pueblo colombiano tiene su límite y tenemos que seguir avanzando en las conversaciones", había dicho Santos a la prensa colombiana, horas antes de ordenar a los negociadores abandonar la mesa de diálogo que funciona en La Habana.
El cruce de reparos entre las partes se produce cuando se avanza en la discusión del segundo punto de la agenda acordada.
De todos modos, Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno en La Habana, quien ayer estaba en Colombia por razones personales, señaló que la pausa de la guerrilla no implica que los diálogos se hayan roto.
De la Calle recordó a las FARC que la necesidad de someter en referendo y las garantías para la implementación de un eventual acuerdo son parte de la discusión del punto 6 de la Agenda, que todavía no ha comenzado.
El funcionario explicó, además, que la responsabilidad del Gobierno es prever las condiciones para que los acuerdos sobre refrendación se puedan poner en marcha a tiempo.
"La eventual concreción de este o cualquier mecanismo depende de lo que las delegaciones acuerden en La Habana", señaló De la Calle.
La reacción de las FARC ante el proyecto de referéndum fue la pausa unilateral, difundida en una declaración leída ante la prensa en la capital cubana por el guerrillero "Pablo Catatumbo", alias de Jorge Torres Victoria.
Pero según la agencia cubana Prensa Latina, que cita fuentes directas a integrantes de las FARC, la pausa sería hasta el próximo lunes cuando se reanuden las conversaciones, en un mensaje hacia la delegación gubernamental que se podía interpretar más como un gesto que como un aplazo efectivo.
La pulseada entre los negociadores removió el avispero entre los analistas de la actualidad colombiana. Para Carlos Lozano, director del semanario de izquierda ´Voz´, "es muy extraño" el anuncio de Santos, pues previamente había dicho que tenían derecho a la pausa para evaluar el tema.
"Para las Farc, la constituyente como mecanismo de refrendación no es un inamovible", aseguró Lozano, quien destacó que ahora los que tienen que jugar a fondo son los países garantes (Cuba y Noruega), para tratar de recomponer la situación.
Este punto crucial de las negociaciones podría ser el que de lugar a la participación del presidente del Uruguay, José Mujica, como facilitador del diálogo de paz.
Mujica, se entrevistó a fines de julio, en La Habana, con los negociadores de las FARC y el último jueves mantuvo un diálogo telefónico con Santos para interiorizarse sobre la marcha de las negociaciones, según confirmó a Télam el canciller uruguayo, Luis Almagro.
Fuente: Télam
