Y precisamente su inmenso patrimonio, mayoritariamente heredado al cabo de agrias disputas familiares en la división del bienes de su padre, quien creó un imperio empresarial partiendo de la nada, le sirvió para desplegar una campaña electoral cara y constante, que inició hace cuatro años, a las pocas semanas de haber perdido la segunda ronda de la elección presidencial de 1998.
Noboa, un populista de derecha, siempre atribuyó a un presunto fraude electoral su derrota ante el demócratacristiano Jamil Mahuad, quien al cabo de 17 meses de gobierno tuvo que dejar la presidencia y fue reemplazado por su vicepresidente, el actual presidente Gustavo Noboa. (Télam-SNI).-