Así lo revelo al periódico The Wall Street Journal el senador republicano Lindsey Graham, quien tras reunirse esta semana con Greg Craig, uno de los asesores legales del presidente, explicó que las detenciones se realizarían con el consentimiento de un nuevo tribunal de seguridad nacional.
El encarcelamiento tendría lugar en territorio de Estados Unidos, en lugar del controvertido penal de Guantánamo, con lo que Obama cumpliría su compromiso de clausurar la prisión en la base que Estados Unidos mantiene en Cuba, informó la agencia Europa Press.
La idea. según el tabloide, ya fue discutida en amplios círculos legales entre prestigiosos juristas entre ellos el que fuera fiscal general durante la Administración Bush, Michael Mukasey, y el profesor de derecho de la Universidad de Georgetown Neal Katyal, que actualmente trabaja en el Departamento de Justicia.
Las deliberaciones internas sobre qué hacer con los 241 prisioneros que aún permanecen en Guantánamo continúan en el Ala Oeste de la Casa Blanca, donde los asesores de Obama trabajan contrareloj para encontrar la forma de que el demócrata cumpla con su promesa de campaña de cerrar la polémica cárcel.
En este hecho se enmarca la decisión de Obama de ayer de ordenar bloquear la publicación de cientos de fotografías de abusos a personas detenidas en bases militares estadounidenses en Irak y Afganistán entre 2001 y 2006.
La orden del demócrata vino a pesar de que el Departamento de Justicia había aceptado que vieran la luz tras perder dos casos en los tribunales patrocinados por la Unión de Libertades Civiles Americana.
Las organizaciones de derechos humanos estadounidenses pidieron que se eliminen totalmente esos tribunales especiales y que los detenidos sean juzgados en cortes civiles o militares normales, además de oponerse a cualquier mecanismo que permita la detención indefinida de sospechosos.