El mandatario justificó la decisión en que la prórroga resulta "necesaria para los intereses nacionales de Estados Unidos y acelerará la transición a la democracia en Cuba".
La norma que continuará suspendida permitía castigar a empresas extranjeras que hagan negocios en Cuba, demandar a compañías y personas que usaran bienes expropiados por el gobierno cubano a ciudadanos o firmas estadounidenses, y negar el ingreso a Estados Unidos de directivos de esas empresas.
La cláusula, que forma parte del capítulo III de la Ley Helms-Burton, sancionada en 1996 para reforzar el embargo unilateral impuesto por Estados Unidos a Cuba en 1962, fue suspendida por primera vez en 1997 y desde entonces no volvió a regir.
Fuente: Télam