El presidente electo volvió a manifestarse además a favor de ayudas para la industria automotriz, durante la entrevista emitida hoy, glosada por la agencia DPA.
El "colapso total" de la industria automovilística "sería un desastre en estas circunstancias", dijo Obama, quien defendió la ayuda aunque alertó: "no creo que se pueda entregar un cheque en blanco".
El político demócrata confía en que la Casa Blanca y el Congreso puedan desarrollar esta semana un plan de ayuda con la intervención de "todos los actores de la industria", que tenga por objetivo una "industria automotriz sostenible".
Sobre los propietarios de vivienda dijo que hasta la fecha se ha prestado muy poca atención a sus necesidades. "Tenemos que poner en marcha negociaciones entre los bancos y los hipotecados de forma que la gente pueda permanecer en sus casas.
Eso va a repercutir en toda la economía", evaluó. Si no se lleva a cabo un programa para ellos antes Obama, dijo estar firmemente decidido a implantarlo cuando asuma el cargo.
El presidente electo elogió la gestión del secretario del Tesoro, Henry Paulson, de quien señaló que trabaja "infatigablemente" en condiciones muy difíciles.
No obstante, apuntó Obama, Paulson será el primero en reconocer que probablemente no todas las medidas tomadas hasta ahora para estabilizar los mercados financieros "han funcionado como se esperaba".
El equipo de transición del demócrata mantiene contacto diario con Paulson y recibe las informaciones necesarias y "en algunas circunstancias", dijo el próximo mandatario, realiza "propuestas sobre cómo en nuestra opinión se podrían afrontar los problemas". Cuando se le preguntó si el Ejecutivo le escuchaba, Obama respondió, según la CBS: "Ya veremos".(Telam)