Según la encuesta realizada en vísperas electorales a cerca de 5.000 votantes de origen latino en estados clave como Arizona, California, Colorado, Florida, Georgia, Illinois, Kansas, Nevada, Carolina del Norte y Texas, para una amplia mayoría del 67 % el tema migratorio fue fundamental a la hora de decidir a quién votar.
La encuesta fue elaborada por la consultora Latino Decisions en colaboración con la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Nombrados (NALEO), America's Voice, Latino Victory Project, National Council of La Raza (NCLR), AFL-CIO, Mi Familia Vota y People For the American Way, informó la agencia de noticias EFE.
"Nuestra comunidad habló alto y claro. La inmigración es el tema más importante para nuestra comunidad y sin importar el resultado de la elección, no importa qué partido controlará el Congreso durante los próximos dos años, los políticos tienen que abordar la reforma migratoria", aseguró el director ejecutivo de Mi Familia Vota, Ben Monterroso, en un comunicado difundido a la prensa.
Monterroso consideró que el Congreso "necesita hacer su trabajo y llegar a una solución constructiva y de largo plazo" y apuntó que la "inmigración va a ser un gran problema en las elecciones presidenciales de 2016 si los políticos no hacen lo correcto por los votantes latinos y muestran algo de respeto por las cuestiones que son importantes" para ellos.
Según la encuesta, el 45% de los electores latinos dijo que la reforma migratoria es el tema que los políticos deberían tratar, el 34% se decantó por la economía o la creación de empleo, mientras que el 21% mencionó la educación y el 17% la salud.
La gran incógnita en esta jornada electoral es en qué medida va a afectar el voto latino en la carrera por el control del Senado nacional y en la elección de importantes gobernaciones como Florida y Colorado.
El Partido Demócrata aspira a mantener la escasa ventaja de 55-45 que tiene actualmente en la Cámara alta en Washington y para ello apunta a conservar el apoyo de la comunidad latina, que se ha ido desvaneciendo pese a su fiel y amplio respaldo en los comicios presidenciales de 2008 y 2012 a Obama.
La popularidad del mandatario estadounidense ya se desplomó entre los latinos en septiembre pasado, cuando pospuso para después de estas elecciones su promesa de poner en marcha a través de decretos medidas para aliviar la situación de los inmigrantes ante el continuo boicot de los republicanos en el Congreso.
Obama, quien había prometido en su campaña una reforma migratoria para sacar de las sombras a por lo menos 11 millones de indocumentados, pasó ahora a ser llamado el "Deportador en Jefe" por el récord de al menos 2,3 millones de inmigrantes deportados durante su mandato.
Fuente: Télam