La emisión fue criticada desde diversas organizaciones, que acusaron a la emisora pública de ayudar a promover el suicidio asistido y de alentar a que otras personas sigan los pasos de Smedley.
La BBC se defendió afirmando que el reportaje, titulado "Eligiendo morir", dará la oportunidad a los telespectadores de formar su propia opinión, ya que el programa recoge todos los puntos de vista relacionados con el suicidio asistido.
El reportaje muestra imágenes de Smedley tomando una dosis letal de barbitúricos en la citada clínica suiza, donde en los últimos doce años se ayudó a morir a más de 1.000 personas.
La organización británica pro-suicidio asistido "Dignity in Dying", que tuvo acceso a un adelanto del programa, declaró que es "profundamente emotivo y en ocasiones difícil de mirar".
"Censurar el debate no hará nada para ayudar a aquellas personas que sufren de manera intolerable", afirmó una vocera, que agregó que la realidad actual es que "la gente no solo viaja al extranjero para morir, sino que acaba con sus vidas en sus propias casas".
"Lo hacen a puertas cerradas o con la ayuda de médicos y de seres queridos que les ayudan de manera ilegal", agregó.
Los activistas anti-eutanasia, como la organización "Care Not Killing Alliance", calificaron el programa de la BBC "de propaganda pro-suicidio asistido disfrazada de reportaje".
Alistair Thompson, vocero de este grupo, acusó a la BBC de no ofrecer una visión equilibrada sobre este asunto, primando los programas en los que se defiende el suicidio asistido.
Thompson afirmó que este tipo de programas de televisión presentan el riesgo de crear "un efecto contagio" entre las personas que están en situación vulnerable y que podrían verse animadas a cometer suicidio.
"Eligiendo morir" fue dirigido por el escritor Terry Pratchett, que sufre el mal de Alzheimer y es partidario de la eutanasia.
El reportaje comienza cuando Smedley abandona su domicilio en el Reino Unido y declara a Pratchett: "Mi estado se deterioró hasta el punto de que necesito marcharme bastante pronto".
Termina con las imágenes de Smedley ingiriendo una dosis de Nembutal con la ayuda de chocolate, tras lo cual se le ve comenzar a respirar con mucha dificultad y llamar a su esposa Christine, con la que estuvo casado 40 años, que le agarra de la mano.
Mientras agoniza, uno de los empleados de la clínica dice ante la cámara: "Está perdiendo el conocimiento. En breve la respiración se detendrá y después lo hará el corazón".
Pratchett añade: "Esto ha sido un acontecimiento feliz. Ha muerto tranquilo, más o menos en los brazos de su mujer, discretamente".
Pero para concluir Pratchett reconoce que tiene dudas acerca de si el podrá hacer lo mismo llegada la hora de la verdad: "No estoy seguro de lo que yo hubiera hecho si estuviera en su lugar", concluye.
Fuente: minutouno.com.ar