El sumo pontífice católico, de 82 años, había programado entrar a la basílica al término de la ceremonia religiosa para pronunciar un discurso alos fieles.
Sin embargo, debido a su resfriado, decidió sólo a asomarse a la ventana de su estudio y se limitó a leer algunas párrafos de su discurso para las miles de personas que asistieron a la misaorganizada en ocasión de la XI Jornada Mundial del Enfermo. (Télam-SNI).-