"Veinte años después tenemos que decir que, así como el problema no nació con Escobar, tampoco terminó con él; el problema del narcotráfico subsiste"Juan Manuel Santos, presidente de Colombia
La hermana del jefe del cartel de Medellín aclaró que el objetivo de las actividades que organizó "no es que Colombia perdone de una vez a Pablo Escobar" sino "que la gente abra las puertas del corazón al perdón".
En tanto, Juan Pablo Marroquín, hijo de Escobar y actual empresario textil, afirmó en una entrevista publicada hoy por el diario austríaco Die Presse que su padre era un personaje contradictorio, muy generoso pero muy violento, del cual "aún no se ha escrito la verdadera historia" y hay sobre él "muchísimas teorías pero ninguna certeza".
"Mi padre sirve en Colombia como un gigantesco chivo expiatorio al que se le han atribuido delitos que fueron cometidos por otros; eso es muy fácil: si él, el fallecido Pablo Escobar, asume la culpa de todo, ya no hace falta seguir hablando ni investigando y así están todos satisfechos", dijo Marroquín, quien cambió su apellido tras la muerte de su progenitor.
Por su lado, Santos sostuvo que 20 años después de la muerte de Escobar "el problema del narcotráfico subsiste" y "falta mucho para acabarlo".
"Veinte años después tenemos que decir que, así como el problema no nació con Escobar, tampoco terminó con él; el problema del narcotráfico subsiste, es cierto, y nos falta mucho para acabarlo", señaló en un artículo publicado en un suplemento que la Policía Nacional de Colombia insertó en la prensa con motivo del aniversario.
"Pero hoy podemos decir que hemos avanzado con determinación, con persistencia y con resultados visibles en la reducción de esta actividad que sólo deja, como Escobar, sangre, corrupción y violencia", subrayó el mandatario.
En cambio, Pinzón, en otra nota en la misma publicación, opinó que la muerte de Escobar "sin duda alguna sacó a Colombia del camino del narcotráfico y lo encauzó por el de la esperanza y la victoria definitiva contra los carteles de la droga", reprodujo la agencia de noticias EFE.
A Escobar y a su organización, el cartel de Medellín, se les atribuyen miles de asesinatos y atentados terroristas en las décadas de los 80 y los 90 del siglo pasado, enmarcados en su guerra contra el Estado para sacar a flote su negocio de envío de cocaína a Estados Unidos y Europa y evitar la extradición.
Escobar fue muerto por efectivos de la Policía en un tejado de Medellín el 2 de diciembre de 1993, al día siguiente de haber cumplido 44 años.
Fuente: Télam