Moscú considera que la presencia de potencias regionales, como Irán y Arabia Saudita, es crucial para el éxito de la conferencia, y así se lo hizo saber el presidente ruso al líder iraní, Hasan Rohani, en una conversación telefónica mantenida días atrás.
Teherán quiere participar en la conferencia que se realizará en la ciudad suiza de Montreux, pero aún no recibió la invitación oficial
El líder del Kremlin llamó a "apoyar activamente los esfuerzos de la comunidad internacional para los preparativos de la conferencia sobre Siria".
"Haremos todo lo que dependa de nosotros para que la conferencia ayude a entablar un diálogo y conduzca al cese del sinsentido derramamiento de sangre", dijo.
Putin se reunirá hoy con el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, quien llegó anoche a Moscú después de reunirse en Damasco con el presidente sirio, Bashar al Assad, informó la agencia EFE.
Teherán quiere participar en la conferencia que se realizará en la ciudad suiza de Montreux, pero aún no recibió la invitación oficial del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Tras reunirse con el canciller ruso, Serguei Lavrov, Zarif subrayó que Teherán no aceptará ninguna condición previa para participar en Ginebra II "distinta a las que se presenten a los demás invitados".
En tanto, Lavrov afirmó que Irán será "sin falta" parte de los esfuerzos internacionales para el arreglo pacífico del conflicto en Siria.
"Partimos de la base de que los iraníes deben ser y serán sin falta parte de los esfuerzos conjuntos en el arreglo del problema sirio", dijo Lavrov en una conferencia de prensa que brindó junto a Zarif al término de sus conversaciones bilaterales.
El jefe de la diplomacia rusa insistió en la necesidad de que Irán sea invitado a Ginebra II, ya que se trata de un país que tiene influencia en los procesos que tienen lugar en el país árabe.
Por su parte, Estados Unidos expresó días atrás que es posible la participación de Irán, siempre que la república islámica reconozca el objetivo de la conferencia, que es la formación de un gobierno provisional con poderes ejecutivos para gestionar la transición en Siria.
El conflicto en Siria comenzó en 2011 como una protesta pacífica en el marco de la primavera árabe, pero con el correr de los días y la represión se radicalizó y se sumaron facciones armadas y mercenarios extranjeros que combaten para derrocar al gobierno de Al Assad, cuyo partido lleva medio siglo en el poder.
Más de 100.000 personas murieron desde marzo de 2011 y unos 3 millones se desplazaron a campamentos de refugiados en países vecinos, según datos de la ONU, que dejó de contar el número de víctimas mortales debido a la imposibilidad de acceder al terreno o a fuentes fidedignas.
Fuente: Télam