En tanto, Corea del Norte responsabilizó hoy a Estados Unidos por el choque naval, al afirmar que Washington intenta "meter una cuña" entre ambos países.
"Si el Norte intenta causarnos daños de nuevo mediante ataques militares, el Norte sufrirá serios daños, y tenemos el poder suficiente para lograrlo", dijo hoy Dae-Jung en un discurso solemne pronunciado tras regresar de una visita a Japón.
Sin embargo, el mandatario sudcoreano expresó nuevamente su deseo de continuar los esfuerzos de paz para acercarse a Corea del Norte.
"Apenas podemos contener nuestra rabia por la provocación. Pedimos con insistencia disculpas, castigo a los responsables y pasos concretos para que algo de este tipo no se repita jamás", agregó Kim.
El presidente fue muy criticado por la oposición desde la batalla del sábado en el Mar Amarillo, en la cual se cree que más de 50 marinos de ambos lados resultaron muertos o heridos.
Corea del Sur afirma que dos lanchas patrulleras del Norte entraron en aguas sureñas y uno de ellos abrió fuego ignorando las advertencias, golpeando y hundiendo a una nave patrullera del sur. El Norte dice que el Sur fue el primero en abrir fuego.
Mientras tanto, jefes militares sudcoreanos dieron a conocer nuevas consignas en los conflictos marítimos, que autorizan a sus barcos a disparar primero, si fuese necesario.
De acuerdo con las reglas anteriores en los enfrentamientos con Corea del Norte, las fuerzas sudcoreanas debían primero advertir con luces, banderas y altoparlantes, y sólo abrir fuego después de ser atacadas.
El comandante Ahn Ki-Seok declaró que de ahora en adelante los marinos sudcoreanos "abrirán fuego para destruir" cualquier barco norcoreano que ignore los disparos de advertencia y penetre en las aguas del Sur.