Los puestos fronterizos entre el este de Ucrania y Rusia se convirtieron en puntos estratégicos en la guerra entre el Ejército y los grupos paramilitares leales a Kiev y las milicias separatistas pro rusas
Mientras en Berlín el encuentro diplomático no dejó ningún resultado concreto, en las provincias sublevadas de Donetsk y Lugansk, en el este ucraniano, los bombardeos y los combates dejaron al menos 14 nuevos muertos, según dijeron los distintos bandos.
Los separatistas pro rusos informaron que al menos 10 civiles murieron por disparos de la artillería ucraniana en la localidad de Luganskaya, en Lugansk.
"Entre ellos, fallecieron una niña de entre 5 y 6 años", denunció a la prensa uno de los voceros del gobierno de la recientemente proclamada República Popular de Lugansk, Vladimir Inogorodsky.
El funcionario también agregó que los edificios del Ministerio del Interior y dos sedes administrativas del gobierno local quedaron destruidos.
Por su parte, el gobierno ucraniano informó que milicianos separatistas pro rusos atacaron con morteros el puesto fronterizo ucraniano de Novoazovsk, en la provincia de Donetsk, lindante con el distrito ruso de Rostov.
"Como resultado del bombardeo murió un militar y otros cuatro resultaron heridos de diversa consideración", sostuvo un comunicado de la Guardia Fronteriza de Ucrania, publicado en su página web.
Además, en el mismo ataque, otros cuatro guardias fronterizos resultaron heridos cuando la patrulla de la que formaban parte se dirigí­a hacia el puesto de Novoazovsk.
Los puestos fronterizos entre el este de Ucrania y Rusia se convirtieron en puntos estratégicos en la guerra entre el Ejército y los grupos paramilitares leales a Kiev, y las milicias separatistas pro rusas, que hace más de dos meses tomaron el poder de los gobiernos de Donetsk y Lugansk.
Según informó a la prensa el vocero del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa en Kiev, Andriy Lysenko, varios puestos fronterizos fueron atacados hoy y se libraron largos combates a lo largo de esa frontera.
En total, tres soldados murieron en esos ataques y al menos diez resultaron heridos. Al final de la jornada Lysenko informó que el Ejército había logrado recuperar el control del puesto fronterizo de Dovzhanskiy.
Desde el principio de la ofensiva del Ejército sobre las dos provincias separatistas, hace tres meses, más de 400 personas murieron, la mitad de ellos soldados y paramilitares leales al gobierno nacional, según cifras de ambas partes en conflicto.
Hace dos semanas y ante el deterioro de la situación de algunas ciudades devastadas en el Este, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, había anunciado un cese del fuego, al que días después se habían sumado las autoridades separatistas.
El lunes a la noche esta tregua expiró y, pese a los pedidos de sus socios europeos y un pre acuerdo alcanzado con Rusia para cooperar en la vigilancia fronteriza, Poroshenko cedió a las presiones de sus aliados internos y decidió no extender el alto al fuego y relanzar la ofensiva militar con renovada fuerza.
Fuente: Télam