"Desde el inicio de la crisis en Siria hemos creído que el diálogo entre los sirios es la solución", añadió el ministro, en declaraciones realizadas tras reunirse con Al Maliki, quien también apoyó la conferencia en un comunicado.
El ministro, citado por la agencia de noticias EFE, añadió que considera la cumbre como "una oportunidad para encontrar una solución política" y reveló que será él mismo quien encabece la delegación de su país.
La Coalición Nacional Siria (CNFROS), que nuclea a la mayor parte de los grupos opositores armados que luchan por derrocar al presidente Bashar al Assad, no confirmó hasta ahora su participación en la conferencia.
El grupo, no obstante, adelantó que de hacerlo, exigirá un acuerdo marco previo para evitar negociaciones sin fin.
Anteayer, el portavoz de la Cancillería rusa, Alexandr Lukashévich, afirmó en Moscú que su país había recibido "confirmación por parte de Damasco" sobre su disposición a tomar parte en la conferencia, aunque ningún responsable sirio se había pronunciado públicamente hasta ahora.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, uno de los principales impulsores de la cumbre junto a su par Serguei Lavrov, señaló que en esa reunión se tomará como base el acuerdo de Ginebra, alcanzado en junio de 2012, que propone un Gobierno de transición con representación del régimen y de los rebeldes.
El primer ministro sirio, Wael Hakai, afirmó que la prioridad del Gobierno es garantizar las demandas básicas de los ciudadanos, y subrayó que "las recientes victorias del Ejército y el éxito del proceso del diálogo crearán un terreno propicio para la aplicación de profundas medidas económicas que repercutirán favorablemente en la vida de la población y en la protección de la economía nacional."
La decisión siria se conoce un día antes de que la Unión Europea (UE) discuta la posibilidad de permitir a sus socios armar a la oposición siria, un complicado movimiento de ajedrez que "los Veintisiete" tratan desde hace meses y sobre el que ahora deben tomar una decisión.
Los ministros de Exteriores del bloque tratarán de cerrar un acuerdo, que puede ser una prórroga de la actual situación o el levantamiento de las restricciones que impiden suministrar armamento a los grupos opositores armados, entre otra serie de opciones intermedias también sobre la mesa.
El bloque europeo llega a la cita en Bruselas aún dividido, con dos extremos que representan el Reino Unido y Austria, y una mayoría que primará la obtención de un consenso.
Londres, con el respaldo del Gobierno francés, lleva meses insistiendo para que el bloque levante el embargo de armas a la oposición siria, paso necesario para reforzar sobre el terreno a los rebeldes y para lanzar un claro mensaje al gobierno de Al Assad.
A esta perspectiva se acercaron la última semana Italia y España, según fuentes comunitarias citadas por EFE.
Austria, en tanto, se erigió como el principal opositor de esa medida y amenazó con retirar a los cascos azules desplegados en los altos del Golán si se da luz verde a armar a los insurrectos.
Junto a Viena, un grupo de países (entre ellos los escandinavos y la República Checa) son también contrarios a las reclamaciones del Ejecutivo británico, mientras que el otro grupo más importante preferiría mantener el embargo pero no descarta flexibilizarlo para lograr un compromiso, según fuentes diplomáticas.
El "as bajo la manga" británico consiste en que una eventual prórroga de las sanciones a Siria -que todos los países desean mantener-, necesita de la unanimidad de los Veintisiete, por lo que no pueden ignorar directamente sus demandas.
Londres y París insisten en que el levantamiento del embargo supondría un refuerzo de la postura de la oposición de cara a esas negociaciones y dejaría claro al Gobierno sirio que no tiene opciones de ganar la guerra con medios militares.
Los Gobiernos críticos con la idea consideran que por el momento es imposible garantizar que las armas no terminarán en las manos equivocadas.
Algunos países plantearon -según fuentes comunitarias- levantar el embargo, pero hacerlo sólo en función del resultado de la conferencia de Ginebra, cuya asistencia conformó hoy Damasco.
La UE ya permite el envío a la oposición de equipamiento "no letal", algo que países como el Reino Unido aprovechado para suministrar vehículos blindados o chalecos antibalas.
El régimen de sanciones que a falta de acuerdo para su prórroga caduca este jueves incluye toda una batería de castigos financieros, comerciales y diplomáticos contra Damasco, que la UE considera fundamentales en su postura en el conflicto.
Fuente: Télam
