Además de la queja oficial presentada ante el máximo órgano de decisión de la ONU, Damasco presentó otra ante el secretario general de la organización en las que denunció "la agresión israelí sobre un centro de investigación" en el distrito de Jamariya, en la provincia de Rif Damasco. que causó la muerte de dos empleados.
El Ministerio de Relaciones Exteriores sirio responsabilizó a Israel y a sus aliados en el Consejo de Seguridad por el efecto que pueda tener esa acción israelí y subrayó que Siria se reserva su derecho "a defender su territorio y su soberanía".
Además, calificó el ataque de "brutal agresión" y acusó a Israel de "colaborar con los grupos terroristas, incluido el Frente al Nusra -vinculado a Al Qaeda-, para atacar instalaciones vitales" en Siria.
Asimismo, Siria criticó al Consejo de Seguridad por supuestamente no haber asumido su responsabilidad en evitar la operación militar israelí, lo que supone "un gran riesgo para la estabilidad de Medio Oriente y la seguridad internacional".
La Fuerza Aérea israelí no confirmó ni negó el ataque Sana informó también que la Cancillería siria citó hoy al comandante de la fuerza de paz de la ONU en los territorios ocupados por Israel en los altos del Golán, general Iqbal Sanga, a quien le trasladó una protesta "por la violación israelí de los compromisos del acuerdo de separación de fuerzas suscrito (entre Siria e Israel) en 1974".
El régimen sirio pidió a Sanga que se adopten las "medidas necesarias para informar a las partes implicadas de la ONU de la grave violación israelí y para garantizar que no se repita" ese tipo de ataques, considerados "una flagrante violación a la carta de la ONU y la legislación mundial".
Por otra parte, la Cancillería siria envió dos cartas al Consejo de Seguridad y a Ban en las que acusó al radical Frente Al Nusra de perpetrar la reciente matanza de decenas de personas en Alepo y pidió a la comunidad internacional que combata al terrorismo.
Grupos opositores sirios denunciaron el martes pasado el hallazgo de más de 80a cadáveres con signos de tortura en el río Queiq a la altura del barrio de Bustan al Qasr, en la ciudad septentrional de Alepo.
"Los cuerpos fueron encontrados en un lugar donde no hay militares, pero sí terroristas", según Sana, que recogió el testimonio de familias que explicaron que los fallecidos fueron secuestrados y ejecutados por negarse a cooperar con Al Nusra.
Fuente: Télam