De visita en Bagdad, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo hoy que la entrega siria es un paso importante para reducir el riesgo de una guerra con armas químicas en la región, pero advirtió sobre recientes denuncias de uso de gas de cloro en el conflicto en Siria entre el Ejército y la insurgencia.
La crisis está en su cuarto año, y ya dejó más de 150.000 muertos, según cifras extraoficiales, y millones de refugiados o desplazados, de acuerdo a lo informado por la ONU.
"Vamos a seguir siempre verdaderamente consternados por el nivel de muerte y destrucción que continúa consumiendo a Siria, no obstante la remoción de estas armas", dijo Kerry, citado por la cadena de noticias CNN.
El director general de la OPAQ, Ahmet Uzumcu, celebró en un comunicado el "hito importante" y dijo que el 8% final de las 1.300 toneladas de productos quí­micos sirios -incluyendo gas sarín y gas mostaza- fueron cargados hoy en un barco danés anclado en el puerto sirio de Latakia, antes de su prevista destrucción.
Uzumcu insinuó que Siria podría, de todos modos, estar ocultando parte de sus armas químicas.
"No puedo decir que Siria ya no tenga armas químicas", señaló, aunque aclaró que la afirmación vale también para cualquier otro país con el que trabaja la organización.
El director de la OPAQ agregó que lo declarado por Siria coincidió, a groso modo, con las estimaciones hechas por expertos internacionales antes de que comenzara el desarme.
Uzumcu describió la cooperación del gobierno sirio del presidente Bashar Al Assad como "satisfactoria".
En Siria, la TV estatal, que citó una fuente de alto rango del Ministerio de Exteriores, confirmó el hecho y aseguró que la salida de este cargamento demuestra el compromiso sirio, pese "a las difí­ciles condiciones de seguridad y los desafí­os por los ataques terroristas contra la nación siria y su pueblo".
La fuente siria manifestó también su esperanza de que este "éxito" de Siria y de la misión conjunta de la ONU y la OPAQ abra la puerta para pedir a la comunidad internacional que exija a Israel que se una a los tratados contra la proliferación de armamento de destrucción masiva, informó la agencia de noticias EFE.
La directora de la misión conjunta de la ONU y la OPAQ, Sigrid Kaag, dijo además que el gobierno sirio destruyó también todos sus equipos para producir este tipo de armas, así­ como muchos edificios vinculados a su programa quí­mico.
El largo proceso de destrucción se enmarcó en un acuerdo alcanzado entre Moscú y Washington en septiembre pasado, que evitó una campaña de bombardeos estadounidenses contra Siria en represalia por un ataque con armas químicas ocurrido un mes antes cerca de Damasco y atribuido por Washington al Ejército sirio.
El mes pasado, luego de otra investigación separada, la misión de la OPAQ halló evidencia de uso de gas de cloro en combates entre el Ejército y los insurgentes en el poblado de Kfar Zeita, 210 kilómetros al norte de Damasco.
El OPEC no pudo llegar al lugar porque su misión fue blanco de un ataque el 27 de mayo cuando se dirigía al lugar, y no responsabilizó en concreto a ninguna de las partes.
Los químicos sacados hoy de Siria serán transportados a un segundo barco, el estadounidense Cape Ray, que posee equipo para inactivarlos y que llegará la semana próxima a Italia, donde recibirá los productos del barco danés.
Una vez que los químicos estén a bordo del Cape Ray, la nave se dirigirá a aguas internacionales, donde destruirá los productos.
Uzumcu dijo que esto debería ocurrir en un lapso de 60 días.
Fuente: Télam