Los clientes son numerosos soldados destinados al inminente ataque a Irak temen tanto por la posibilidad de morir como por la de quedar estériles.
Alessandra Farkas, corresponsal en Nueva York del diario italiano Corriere della sera, señaló que mientras lo primero era lo habitual en el pasado, ya que los soldados concurrían a dejar asentada ante los notarios su última voluntad, ahora este hecho se ha visto superado, ante la nueva perspectiva de guerra, por asegurarse su perpetuación guardando semen.. (Télam)