Desde el momento en que detectaron el mal, en abril de 2013, Brayden tuvo que soportar 30 rondas de tratamiento de radiación al mes, sin perder en ningún momento la sonrisa ni su fanatismo por los superhéroes.
Incluso, según destaca "CBC", gracias a la ayuda de la fundación “Make a wish”, tuvo la oportunidad de cumplir su sueño y conocer los Estudios Universal en Florida y estar junto a sus personajes favoritos.
El día de su entierro, Spiderman, Batman, Superman, Iron Man, Thor y Hulk, estuvieron junto a la familia portando el féretro en el cementerio. “Ese era su mundo. Eso era lo que habría querido”, comentó Staci Denton, la madre del pequeño.