Las autoridades indicaron que la toxicidad supera cerca de 20 veces el nivel ordinario, aunque aseguraron que no implica riesgos inmediatos para la salud de los 35 millones de tokiotas.
En tanto, el gobierno japonés negó que haya una fuga continua y elevada de radiación en torno al reactor 4 de la central de Fukushima, después del incendio que se declaró este martes.
El ministro Yukio Edano aseguró que los niveles de radiación en torno al reactor disminuyeron, luego de que tras el incendio superaran cien veces el límite legal permitido.
El fuego, en el cuarto piso del edificio, hizo que algunos objetos cayeran a la estructura del reactor, que tiene barras de combustible ya utilizadas y no se encontraba en funcionamiento desde antes del sismo del viernes.
Tampoco se encontraban activos los reactores 5 y 6 de esa misma central, en los que, según Edano, también se detectaron posibles problemas con su sistema de refrigeración.
En la planta nuclear número 1 de Fukushima hay solo unos 50 trabajadores, después de que el grueso de empleados, unos 800, fueron evacuados.
El gobierno pidió a los residentes en un perímetro de entre 20 y 30 kilómetros alrededor de la central que permanezcan en sus casas y cierren las ventanas, y declaró una zona de exclusión aérea en un radio de 30 kilómetros.
A raíz de la situación en Fukushima los niveles de radiación aumentaron en amplias zonas, incluida Tokio, donde las autoridades indicaban que superaban cerca de 20 veces el nivel ordinario, aunque según las autoridades locales esto no implica riesgos inmediatos para la salud.
Fuente: minutouno.com.ar