"Está totalmente enganchado. Si no le damos cigarrillos, se enfada, grita y se golpea la cabeza contra las paredes", asegura Diana, su madre.
Sus progenitores aseguran que, sin tabaco, el niño, que apenas puede andar y jugar con otros menores, dice sentirse "mareado" y "enfermo".
Ardi Rizal comenzó a fumar a los 18 meses a instancias de su padre, Mohamed, que considera que el pequeño está "bastante sano" y que su adicción al tabaco no es un problema.
Recientemente, otro indonesio de cuatro años alcanzó cierta notoriedad al aparecer en un vídeo en Internet fumando y profiriendo obscenidades.
Indonesia, la cuarta nación más poblada del planeta, es el tercer mayor consumidor de tabaco por detrás de China y la India, y su población de adictos crece rápidamente entre los menores por la falta de regulación al respecto.
Fuente: 26 Noticias