"Después de la esperanza que significó la Primavera Árabe en 2011, un objetivo que todos creían iba a traer algo bueno, los resultados nos son para nada buenos, esto significa que toda la región esta sufriendo una transformación histórica que nadie sabe a donde nos va a llevar y que creo no va a ser nada muy positiva", argumentó.
Radicado hace 31 años en España, sostuvo que "una salida a esta situación sería empezar a occidentalizar nuestras sociedades, sin que eso suene a mala palabra. Debemos copiar y adaptar logros de Occidente, principalmente en torno a los derechos sociales, a la igualdad entre hombres y mujeres y a la libertad de culto y pensamiento", enfatizó.
Alkhalifa, profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid, órgano de estudio que dirigió durante dos períodos, apuntó al "Islam político" y al "complejo surgimiento" del Estado Islámico (EI) como los principales factores de esta "incierta" transformación.
"El Islam político esta ocupando el lugar publico en todas partes, en Irak, Libia, Jordania, Yemen. En todas partes, porque no hay otras alternativas, en esos países los políticos fueron eliminados y ya ni siquiera hay partidos comunistas, como existía en los países árabes, quienes como los laicos y moderados también fueron aniquilados", aseguró.
El denominado Islam político, un conjunto heterogéneo de movimientos políticos, tiene como ideología y programa político la adaptación de la vida política a los mandatos religiosos del islam.
"El Islam político no entiende un gobierno sin religión en el poder. En estos últimos años hubo fallos de todo tipo, en primer lugar la nefasta invasión estadounindense que desestabilizó toda la región", aseveró Alkhalifa.
Y añadió: "Por otro lado, hay una política de enfrentamiento entre dos polos: Irán y Arabia Saudita, donde cada uno hace una política apuntada a su confesión, unos chiitas y otros sunnitas".
La creciente hostilidad entre Arabia Saudita, potencia regional sunnita, y el Irán chiita alimenta numerosos conflictos en Medio Oriente, a pesar de que según numerosos analistas sus diferencias son más políticas que religiosas.
Los dos países apoyan con frecuencia a sus correligionarios en los distintos conflictos de la región.
"Ante esta situación el EI representa un contrapeso que pretende limitar el poder iraní. Porque, queramos o no, la política sectaria chiita en contra de las distintas confesiones ha sumido a muchos sunnitas en la marginación, la discriminación y la persecución en Irak, algo que antes casi no existía para ellos", señaló.
Según Alkhalifa el EI logró convocar a sus filas a una serie de disimiles actores, que van desde "los miembros del Ejército iraquí dispuestos a aliarse con quien sea ante la falta de respuesta del poder central hasta jóvenes victimas del desempleo y la desesperanza".
Ante la proliferación de amenazas de atentados islamistas en Europa, Alkhalifa subrayó que las autoridades de los países del Viejo Continente no deben exagerar el poder de los grupos extremistas.
"Los europeos pueden sentir una preocupación legitima todo puede ser objetivo de un atentado, pero no deberíamos exagerar el poder que tienen estos grupos, las redes sociales ayudan a expandir ese temor, pero las víctimas principales de estos conflictos siguen siendo árabes. Y eso no debemos olvidarlo", afirmó Alkhalifa, quien tradujo a Gabriel García Márquez al árabe.
Al filólogo Alkhalifa le molesta la "ligereza" de los medios de comunicación europeos, que, a menudo, confunden lo relacionado con el mundo islámico o la religión musulmana y lo definen como islamistas.
"Ser musulmán no es ser Islamista o terrorista, constantemente hago esta aclaración. En Europa se habla de la comunidad musulmana como si eso fuera una cosa absolutamente identificada, cerrada y con una identidad clara. Lejos esta de ser así, ¿de quién hablan?", enfatizó Alkhalifa, de 64 años.
E insistió en la misma dirección: "Pero, ¿por qué tenemos que darle tanta importancia a la creencia de alguien?. ¿Por qué decimos comunidad musulmana y no comunidad cristiana? si en las constituciones del mundo no se permite subrayar la creencia de alguien en particular. Es dañino para la convivencia y para las personas que proceden de esta cultura".
En la entrevista con Télam en Buenos Aires, previa a su participación en un seminario en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, remarcó que su intención es que "mi visión ayude a comprender mejor el Islam pero no es fácil hacer frente a una serie de informaciones no siempre objetivas. Aún hoy es muy difícil hacer entender a la gente en general que quienes realizan los atentados no representan a los musulmanes".
"Nuestras sociedades son un crisol de razas, de religiones. Incluso dentro de los musulmanes que no son religiosos ni practicantes hay muchos librepensadores e incluso comienza a desarrollarse un cierto ateísmo. Hay que tener un poco en cuenta todos esos matices y no ver las cosas como un bloque. Pero para eso se necesita un espíritu abierto y mucho conocimiento", finalizó.
Fuente: Télam