Bu meydan kanlı meydan derken arkadan patlayan bombalar. Yine diyoruz, hep diyeceğiz sen değil #BarısKazanacak pic.twitter.com/oBfXg8PAAg Efkan Bola ( efkanbolac) octubre 10, 2015
El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, consideró hoy que "hay muy nítidas indicaciones" en ese sentido, aunque no quiso atribuir la responsabilidad del suceso a una organización.
Las bombas explotaron a las 10.04 hora local y debido el elevado número de heridos graves -28 en total- es probable que el balance final del atentado sea peor todavía.
Miles de personas se estaban congregando frente a la estación de trenes de Ankara, el lugar habitual para iniciar manifestaciones en esta ciudad.
En medio de cánticos, bailes y bromas en una soleada mañana, dos potentes explosiones sucesivas desataron el pánico entre los congregados, incluidos numerosos periodistas.
Las detonaciones fueron tan fuertes que hicieron estallar las gruesas ventanas del edificio ferroviario y, en segundos, cientos de personas, quedaron salpicadas por una lluvia de restos de cuerpos humanos.
De las dos bombas, una fue detonada en medio de un grupo de ciudadanos sin identificación política, y la otra, cercana a un punto donde ondeaban banderas y pancartas del HDP, el partido de la izquierda kurda, y de varias agrupaciones marxistas.
Hasta ahora, nadie reivindicó la autoría del atentado, el más sangriento en la historia del país eurasiático.
"Es la peor tragedia terrorista en la historia de Turquía. Después de la explosión estuve cerca del lugar. Nunca en la vida vi una cosa igual. Había brazos, piernas y intestinos por todas partes. La gente acudió por la paz pero vieron la muerte", afirmó Faruk Bildirici, defensor del lector del diario Hurriyet, a la agencia de noticias EFE.
El presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan, condenó el atentado, como un "abominable ataque contra la unidad y convivencia", pero agregó que "no se distingue en nada de los actos de terror contra ciudadanos inocentes, funcionarios, policías y soldados", en referencia a las acciones del ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda.
De igual manera, Davutoglu habló de un "ataque contra toda la nación" y proclamó tres días de luto oficial, dedicados tanto a las víctimas de hoy como a los uniformados fallecidos en ataques del PKK.
En cambio, el copresidente del partido de la izquierda pro kurda HDP, Selahattin Demirtas, acusó directamente al Gobierno de estar detrás del atentado.
"Esto no es un ataque contra el Estado, contra la nación, sino del Estado contra el pueblo", aseguró el líder kurdo.
Fuente: Télam