El acto de asunción coincidió con el día de la Unidad Nacional en la vecina Rusia, una celebración que reunió a más de 75.000 personas en las calles de Moscú, según la policía local, citada por la agencia de noticias EFE.
Algunos de los manifestantes portaban carteles que leían: "Crimea es nuestra", en referencia a la península ucraniana anexada por Rusia en marzo pasado, y "Nueva Rusia estamos con ustedes", en referencia a la denominación creada por los separatistas para unificar territorialmente las dos provincias orientales, Donetsk y Lugansk.
En tanto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, denunció que Rusia volvió a mover tropas hacia la frontera de Ucrania.
"Rusia continua apoyando a los separatistas al entrenarlos, proveerles de equipo y apoyarlos con fuerzas especiales rusas dentro de la región este de Ucrania", acusó el funcionario en un conferencia de prensa junto con la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
El próximo lunes 17 de noviembre los cancilleres de la Unión Europea se reunirán y uno de los principales temas de la agenda será la situación en el este de Ucrania, donde hace más de seis meses combaten el Ejército y grupos paramilitares aliados contra milicias separatistas pro rusas que aún controlan cerca de la mitad de las provincias de Donetsk y Lugansk.
Según la ONU, el conflicto ya dejó más de 4.000 muertos, alrededor de 9.000 heridos y más de un millón de personas desplazadas, la mayoría refugiada del otro lado de la frontera con Rusia.
La nueva denuncia de la OTAN y el reconocimiento de Moscú a las elecciones del domingo pasado en las que las autoridades rebeldes refrandaron su liderazgo en las urnas volvieron a hacer crecer la tensión entre los dos vecinos y reavivaron el temor a una nueva escalada militar en las regiones separatistas.
A principio de septiembre pasado, Kiev, las autoridades separatistas pro rusas, Moscú y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) firmaron en Minsk, la capital bielorrusa, un cese de fuego para la conflictiva región oriental, que más tarde ampliaron en un memorando de paz.
Desde entonces, los combates y los ataques disminuyeron en el este de Ucrania, pero nunca cesaron, especialmente en las zonas vecinas del aeropuerto internacional de Donetsk, justo afuera de la ciudad.
Hoy el presidente ucraniano, Poroshenko, anunció el envío de más tropas para "defender" las ciudades y los pueblos recuperados en el este del país antes de la tregua.
"Varias nuevas unidades fueron formadas para permitirnos repeler posibles ataques", explicó el mandatario en un comunicado difundido por su oficina.
Además, propuso "al Consejo de Seguridad y Defensa Nacional que presente un proyecto a la Rada (Parlamento) para anular la vigencia de la ley sobre el estatus especial de las regiones de Donbass (cuenca hullera de Donetsk y Lugansk)".
Según explicó, las autoridades separatistas rompieron el memorando de Minsk al realizar elecciones, que no son reconocidas por Kiev.
El memorando incluía una convocatoria de elecciones locales y más autonomía para Donetsk y Lugansk, pero reconociendo la autoridad nacional de Kiev.
Fuente: Télam