Luego de disparar, el niño salió del aula ante la conmoción generada entre sus compañeros y se disparó en la cabeza.
La policía negó que exista un caso de "bullying" como detonante de la determinación del niño.
El padre del alumno, un guarda civil metropolitano de Sao Caetano do Sul, percibió que su arma particular no estaba en la casa y fue hasta la escuela a hablar con su hijo para saber si él la había tomado.
El niño negó tener el arma y volvió al aula a perpetrar la tragedia.
La prensa local informó que la profesora había advertido a su familia, no a la dirección de la escuela, sobre el comportamiento violento del alumno que la baleó.
Fuente: 26noticias.com.ar