En la zona del siniestro, a unos 125 kilómetros al oeste de Santiago, trabaja un amplio contingente de efectivos, conformado por ocho cuadrillas, cuatro helicópteros, al menos trece compañías de bomberos y unos veinte camiones cisterna.
Las viviendas destruidas son frágiles casas de madera que fueron instaladas por personas que las levantaron después de ocupar ilegalmente los terrenos, aseguraron las autoridades.
El comandante de bomberos de la ciudad, Ricardo Barckhahn, aseguró: "Yo tengo 27 años de bombero y he estado en incendios grandes y complicados y diría que éste es el peor que me ha tocado vivir".
Virginia Reginato, alcaldesa local, señaló que el incendio en Viña del Mar tiene características intencionales y afectó a los sectores de Canal Beagle y Limonares.
El siniestro afectó también el desarrollo del Festival de la Canción de Viña del Mar, pues se tuvo que suspender la entrega de premios de la competencia folklórica por la ausencia de Reginato, quien se encuentra también en la zona del desastre.
El ministro de desarrollo social, Joaquín Levín, aseguró, en tanto, que mañana se comenzarán a instalar las viviendas de emergencia para los más de 300 damnificados, correspondientes a 73 familias, que serán ubicadas en un lugar cercano de donde estaban las originales.
"Queremos asegurarle a la municipalidad y la Intendencia que vamos a trabajar en conjunto para que este drama humano que afecta a estas familias realmente se solucione, no sólo en la emergencia sino que en forma definitiva", aseguró Lavín.
El Ministerio del Interior precisó esta tarde que aunque el incendio continúa técnicamente activo y amenaza con alcanzar otras viviendas "ya no presenta la agresividad de su inicio". infobae.com