Y desde Tanzania, Nkurunziza, quien fue criticado por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) por su intención de aspirar a un tercer mandato, aseguró que "el golpe de Estado fracasó" mediante un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
A pesar de la desmentida oficial, centenares de personas celebran en las calles de Buyumbura, la capital de Burundi, tras el anuncio militar, al tiempo que numerosos soldados rodearon el edificio de la emisora estatal de televisión y otros puntos de la ciudad.
El ex general Niyombaré, quien aseguró hablar en nombre del Ejército desde una radio privada tomada por los militares, anunció la destitución "por el bien de la nación" y "tras observar con desolación la violencia y el cinismo que caracteriza a Pierre Nkurunziza, el gobierno fue disuelto", citó la agencia de noticias EFE.
Asimismo, Niyombaré, también ex embajador en Kenia, dijo estar trabajando con grupos de la sociedad civil para formar un gobierno de transición, en su alocución acompañado por varios oficiales de alto rango del Ejército y la Policía y un ex ministro de Defensa.
El anuncio de golpe de Estado se produce mientras el presidente Nkurunziza se encuentra en Dar es Salaam, la capital comercial de Tanzania, para participar en una reunión con los jefes de Estado de la Comunidad de África Oriental (EAC) para buscar una solución a la crisis burundesa, en una región con una historia de conflictos étnicos.
Poco después, la popular Radio Televisión Nacional de Burundi (RTNB) volvió a emitir su programación tras 15 días de interrupción, reportó Radio Francia Internacional (RFI), que da cuenta de tiroteos y escaramuzas entre manifestantes y policías en los alrededores de la emisora burundesa.
De su lado, la BBC, que cita a testigos, afirma que tres personas murieron por disparos de los militares esta mañana al intentar acercarse al edificio de la RTBN.
Desde que se desató la ola de protestas en contra del presidente el mes pasado, más de 20 personas fallecieron durante los disturbios en el país, según la agencia de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Los manifestantes se oponen a que el presidente aspire a un tercer mandato, ya que la Constitución burundesa establece que el presidente "es elegido por sufragio universal directo por un plazo de cinco años renovable una vez más".
En palabras del ex general Niyombaré, la candidatura del presidente "es una violación flagrante de la Constitución".
Ante la violencia desatada en el país, más de 50.000 burundeses huyeron de sus hogares, según las últimas cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La candidatura de Nkurunziza suscitó el temor entre grandes sectores de la población burundesa, que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005) que hundió al país y todavía afecta a la sociedad.
Tras su independencia de Bélgica en 1962, Burundi sufrió dos genocidios: la masacre de hutus por el Ejército dominado por tutsis en 1972, y el asesinato masivo de tutsis por hutus en 1993.
Ahora son miembros de la oposición y familias tutsis quienes comenzaron a dejar el país, ante las informaciones que apuntan a la distribución de armas entre las milicias de jóvenes pro gubernamentales.
Actualmente, el país de África del este, poblado por casi nueve millones de habitantes, el 60% de ellos católicos, tiene como sus principales recursos el cobalto y el cobre y realiza importante exportaciones de azúcar y café.
Fuente: Télam