Uribe indicó que su gobierno mantendrá con prudencia los diálogos con los paramilitares y espera reiniciar los contactos con los rebeldes, mientras mantiene su política de seguridad.
El gobierno designó hace pocos días a seis miembros de una comisión que intentará allanar el camino hacia un eventual proceso de diálogo con los paramilitares de ultraderecha, que declararon desde el 1 de diciembre un cese indefinido de hostilidades.
El presidente decretó el 12 de agosto el estado de conmoción y puso en marcha una estategia de seguridad que prevé la creación de una fuerza de soldados y policías de apoyo y de una red de un millón de informantes, así como el reclutamiento desoldados campesinos. (Télam-SNI)