La jornada representó a su vez un revés para la estrategia de Panamá, que había pedido incluir entre los temas de la agenda el caso venezolano y había invitado a la legisladora como su representante alterna para que tomara la palabra.
Para Venezuela, el resultado del encuentro "es una ratificación de que la mayoría de los países de este continente están alineados con la democracia y de que Canadá y Estados Unidos están alineados con los golpistas", aseveró a la prensa el embajador venezolano ante la OEA, Roy Chaderton, al finalizar el encuentro.
La sesión, que se extendió por 10 horas, estuvo marcada por una seguidilla de votaciones que fueron interpuestas desde antes de iniciar la reunión, dejando a la luz nuevamente la división interna que impera entre los miembros que componen el Consejo Permanente.
Previo al comienzo, los embajadores votaron para dirimir la modalidad de la sesión, con 22 votos a favor, 11 en contra y una abstención, para que las discusiones fueran a puertas cerradas.
Venezuela volvió a ganar cómodamente otra pulseada (con 22 votos a favor, 3 en contra y 9 abstenciones) cuando logró elimiar el tratamiento de la situación de su país del orden del día.
Tras un receso de cerca de dos horas, los miembros alineados con el país conducido por Nicolás Maduro impulsaron una nueva votación para buscar obtener el quórum que permitiera levantar la sesión, aunque no consiguieron, esta vez, los 18 votos necesarios, por lo que los representantes continuaron con la agenda.
Por la tarde, otra ronda de votos tiró por la borda la última carta de Panamá al no poder imponer la voz de la diputada venezolana, quien imposibilitada a referirse a la situación en su país, se limitó a agradecer al embajador panameño Arturo Vallarino por sus esfuerzos para brindarle el espacio.
"El mensaje quedó aún más claro transmitido con los hechos que con mis propias palabras", declaró la diputada.
Antes, en una conferencia de prensa, en la que insistió en que la "represión es una política de Estado" en su país, afirmó que el "movimiento cívico y pacífico" ciudadano que está teniendo lugar en las calles de Venezuela "es irreversible".
Al hacer un análisis de la sesión de hoy, el secretario general del organismo interamericano, José Miguel Insulza, volvió a referirse a las divisiones que "persisten en el interior del hemisferio" por el tema de Venezuela, lo que hace "muy difícil cualquier acción".
Insulza, hizo mención además a la existencia de "alguna intencionalidad de debilitar la institucionalidad para justificar cosas que no serían justificables en nuestros países" y aseguró que si bien "está muy difícil un diálogo, no existe otro camino" para alcanzar una solución.
"Los ánimos están muy caldeados y como la que se vive es una situación de permanente conflicto pero sin una solución política institucional, naturalmente eso va a enardeciendo cada vez más los ánimos", adhirió el máximo titular de la OEA.
"La OEA no está para poner ni sacar gobiernos" sino que "lo que tiene que hacer es buscar espacios en los cuales los países puedan dialogar", concluyó el secretario general.
Fuente: Télam