Pero que Messi y su amigo Ronaldinho, ahora ex compañero del Barcelona se abracen, es todo un símbolo para los demás, porque se abrazó el fútbol.
El diez de Brasil, claramente fuera de estado físico, no tuvo mayores problemas en ser el mejor del equipo cuando recostado sobre la izquierda se cansó de tirar caños y dar toques sutiles, pero sus compañeros no estuvieron nunca en la misma sintonía.
Mientras que Messi, sin jugar como lo hizo ante Holanda, le alcanzó con los destellos de su categoría para preocupar a los brasileños y ser una de las figuras del seleccionado argentino.
Messi se fue del estadio sin realizar declaraciones a la prensa argentina –habló con un medio español en exclusiva- y nadie sabe si está molesto por algo o si simplemente no tiene ganas de atender a los medios nacionales por razones que seguramente serán más que valederas pero que se desconocen. (Telam)
Espectacular.
Por: Kary (Mar del Plata) el 20-08-2008 a las 01:21