La dificultad se debe a que en el próximo rally los competidores podrán activar el GPS recién a 400 metros del Way Point (WPM), punto de paso obligatorio, cuando hasta el año pasado eran guiados por sus instrumentos a partir de una distancia de 3 kilómetros.
“Va a ser muy difícil porque 400 metros en un desierto es muy poco y es muy factible que lo pases por alto”.
Los Way Point siempre han sido un dolor de cabeza para los pilotos del Dakar porque perderse en busca de uno de ellos, es determinante en una carrera ya sea por la pérdida de tiempo o por el consumo extra de nafta, y pasarlos por alto puede incluso dejarlos fuera de carrera.
Justamente fue eso lo que le ocurrió a Nasser Al Attiyah en 2009, cuando corría con BMW y era el líder de la competencia. El qatarí se salteó cinco puestos de control en la sexta etapa que San Rafael con Mendoza y fue descalificado.
Patronelli anticipó que en este tiempo que resta hasta la largada del cuarto Dakar sudamericano su entrenamiento apuntará a la navegación, y ya una vez en carrera la concentración estará puesta en la hoja de ruta.
“Va a ser primordial el road book y la concentración va a ser clave porque con estos cambios de reglamento para los way point será muy fácil desconcentrarse”, insistió Marcos.
Más allá de los temores, Patronelli, quien volvió de Egipto con una victoria, asegura que completó una parte muy importante de su entrenamiento para el Dakar que se viene, ya que “se concentró en la hoja de ruta” y se sintió “totalmente solo en el desierto”.
“Se aprende mucho, tuve que apuntar el rumbo. Estuve totalmente solo en el desierto, un desierto que por su dificultad hay que multiplicarlo por dos o tres a lo que es el de Atacama”, graficó sobre su experiencia por las arenas egipcia.
Patronelli también se mostró más que satisfecho sobre el andar de su cuatriciclo Raptor 700 de Yamaha, al que definió con “100 por ciento confiable” ya que no le dio “ni un problema” durante los seis días de carrera del Rally de Los Faraones.
Finalmente, Marcos se manifestó optimista con próximo Dakar pero no quiso aventurarse a hablar de podios ni de repetir hazañas: “Siempre voy con la negativa, de menos a más. Es una cuestión de cábala”, enfatizó mientras guiñaba un ojo.(Télam)
