Hace un mes el piloto volcó con su cuatriciclo y el resultado fue terrorífico: los dos Perónés fracturados, la clavícula rota y un ligamento del tobillo cortado. El Dakar aparecía como una quimera, pero a base de un esfuerzo diario, con controles, exigencia físicas, kinesiología y un grupo de médicos que lo ayudaron permanentemente, el argentino dirá presente.
“Me dieron un trabajo para hacer para recuperarme. Un drenaje linfático, una bota, trabajos de kinesiología. Las muletas no las usé nunca, me recuperé caminando. Llego tranquilo, me saqué un poco de presión. No puedo creer estar acá, la gente está enloquecida porque me apoya mucho y yo se los agradezco”, dijo Marcos en plena presentación de su cuatriciclo en el centro porteño.
Me sorprendido a mi mismo la recuperación, el Hopital Italiano me dio una mano increíble. No estoy diez puntos pero estoy ocho y contento de estar acá, con toda esta gente”.
Cuando se lo consultó sobre los riesgos de que puede sufrir al correr, Patronelli fue tajante: “No existen riesgos porque estoy bien. No soy un loco. No voy a subirme a un cuatri para lastimarme”. (Infobae)