En el fútbol argentino de Primera, Matías Almeyda dejó atrás su semana más difícil desde que es técnico de River: el equipo ganó 4-0 tras cinco partidos sin victorias y el rechazo general a su gestión que tenía como último plazo el encuentro ante Arsenal tras el cual salió del descenso directo y tomó oxígeno en un océano que parece tener a los técnicos siempre con el agua al cuello. De final de ciclo a las lágrimas por la continuidad, en apenas 90 minutos.
Por su parte, Julio Falcioni sufrió por primera vez en carne propia las consecuencias de quedarse sin suerte y tener que vérselas con la realidad: Boca juega tan mal como siempre, sólo que ahora no gana y, se sabe, eso crispa los ánimos. Con el marcador a su favor, los que extrañaban a Riquelme apenas si se hacían oír. Con los puntos perdidos, Riquelme se vuelve bandera, los insultos arrecian y, encima, la novela de halcones y palomas vuelve a escena porque el entrenador no negocia con quienes piensan distinto, sino más bien los aparta para que la manzana no pudra el cajón. Por eso afuera Román, Pablo Ledesma, por eso Clemente como primera moneda de cambio… Encima, sus esfuerzos por renovar cuanto antes no dan resultado y, ahora, el equipo no suma a de a tres. Complicado panorama para "El Emperador".
Caruso Lombardi, en tanto, transita por el camino que identifica el final de sus ciclos. Enfrentado con el plantel –difícil explicar los errores ante Racing que expusieron la falta de respaldo para con el DT-, resistido por los dirigentes y con los hinchas cansados de sus puestas en escena, lleva tres derrotas consecutivas y el sábado ante Arsenal deberá ganar para garantizar su estadía. En Boedo madura el KO. Si gana se queda. Pero si no, habrá que sentarse a negociar una deuda que se expresa en millones.
El Torneo Inicial dejó en el camino a tres técnicos en las primeras nueve fechas: Facundo Sava (San Martín), Frank Kudelka (Unión) y Cristian Díaz (Independiente).
Quien resiste para no ser el cuarto en la lista es Rodolfo Arruabarrena: su Tigre aún no ganó en el torneo y siente nuevamente la cercanía con los puestos de abajo de la tabla de los promedios. A diferencia del resto, "El Vasco" cuenta con el respaldo de dirigentes, jugadores y hasta hinchas. Los resultados, sin embargo, son los que escriben la historia. El viernes, ante Argentinos, será un partido clave para definir su continuidad.
En el medio, uno que se salvó: Leonardo Astrada estuvo a punto de irse de Argentinos tras quedar afuera en la Copa Sudamericana pero el triunfo ante Quilmes de la 5° fecha y una seguidilla de buenos resultados solidificaron su continuidad que por un momento dependió de 90 minutos.
Alguien dijo alguna vez que el cargo de entrenador en la Argentina es como sentarse en una silla eléctrica. Un cargo intolerante en el que un triunfo te transforma en Dios y una derrota en diablo... en sólo 90 minutos.
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