Los pescadores sostienen que esos bloques, de unos 3.000 kilos cada uno y de los que sobresalen barras de hierro, impiden sus faenas y denuncian que ya les causaron pérdidas por al menos 1,5 millones de euros.
José Antonio González, patrón del "San Juan", uno de los barcos afectados por las medidas de Gibraltar, dijo a EFE que con la protesta pretenden que el gobierno español "tome conciencia de cómo Gibraltar está atentando contra los derechos de pesca históricos de los pescadores".
El llamado de atención llegó en la víspera de la reunión entre el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy y el de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, anunciada el viernes pasado y pronosticada para esta semana.
El viernes Barroso habló con el primer ministro británico, David Cameron, y éste le pidió que envíe observadores a la frontera que su colonia mantiene con España.
Los bloques de hormigón fueron apenas el punto de partida de la más reciente escalada diplomática entre España y el Reino Unido en su histórica disputa territorial por el Peñón de Gibraltar, una colonia británica que España cedió en un momento de luchas políticas internas, con el Tratado de Utrecht (1713).
Unos días antes de que Gibraltar lanzara los bloques de hormigón al mar, España había empezado a aplicar controles en la verja que permite el acceso a su territorio desde Gibraltar.
El resultado fueron largas colas de autos con esperas de varias horas, una imagen poco vista en Europa desde que se aprobó la libre circulación de personas y bienes.
Según Madrid, los controles son aleatorios, proporcionados y legales, y tienen como objetivo luchar contra tráficos ilegales, como el contrabando de tabaco.
Esa actividad, así como el blanqueo de dinero que España atribuye a numerosas empresas con sede en Gibraltar, son una muestra de lo que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, considera falta de lealtad y de compromiso por parte de las autoridades del Peñón contra los esfuerzos comunitarios en materia legal.
A la espera de la reunión entre Rajoy y Barroso, el dirigente comunitario ya dijo a Cameron que la Comisión Europea sigue con atención la situación y "hará lo que esté dentro de su competencia para asegurar el respeto a la legislación de la UE".
Fuente: Télam