Hay un motivo, una razón, clara y sencilla.
En el equipo argentino no está Messi, el astro, el crack, el mejor jugador del mundo.
Si ya de por sí el fútbol no es un deporte popular en Estados Unidos, sabiendo que la ´Pulga´ no iba a estar dentro del rectángulo de juego, mucha gente optó por dejar pasar esta vez la oportunidad de acercarse al estadio.
El anillo inferior fue el más poblado en los laterales y las cabeceras, en el del medio hubo mucho público en las tribunas de detrás de los arcos, pero no tanto en las otras y ya en el tercero prácticamente hubo apenas unos centenares de personas acomodados cerca de la línea de mediocampo.
De todas maneras fueron 40 mil personas las que poblaron el MetLife, un número por demás importante, pero en un escenario con 82.566 ubicaciones y 218 palcos de lujo, hubo muchos claros, en un panorama muy distinto al del duelo ante Estados Unidos (1-1) en marzo de 2011 y contra Brasil en junio de 2012 (4-3).
Lógico, en esos dos cotejos hubo un convocante de lujo: Lionel Messi.
Fuente: Télam
