El volante cordobés le pidió a los periodistas que le dijeran "con nombre y apellido" quién había sido el que dijo que "con Falcioni sabíamos a que jugábamos y ahora no". Con tono intempestivo buscó generar un careo con la prensa que cubre la actualidad de Boca.
Sin dejar pasar la oportunidad, aseguró que solo quedaban cuatro referentes que jugaron con el "Emperador" y nombró uno por uno para dejar en claro hacia dónde iba dirigido el mensaje. La nota del diario Olé a la que hizo referencia, sostenía que un referente había dicho que el equipo de Bianchi no sabía a que jugaba y el de Falcioni sí.
"Riquelme estuvo ocho meses sin jugar con Falcioni, con Rivero tomo mate hace dos años todos los días y me cambio al lado suyo y sé que la idea de Falcioni no era de sus preferidas pero lo respetaba como profesional", asumió Ledesma, quien también se defendió y dijo que no había hecho esa declaración. El único que quedó sin defender fue Agustín Orión.
El arquero quedó en la mira y fue el propio Ledesma el que aseguró que aún no había hablado con él, ya que se encontraba junto a la Selección Argentina. Lo extraño es que el volante brindó su parecer sin que nadie le preguntara y sin antes haber hablado con uno de los posibles involucrados.
Hoy Orión se reincorpora a los entrenamientos y tendrá que hablar con sus compañeros para aclarar la situación interna en el vestuario. La sinceridad de Ledesma dejó expuesta la interna que, desde hace mucho tiempo, vive el plantel de Boca. El arquero por un lado y Juan Román Riquelme por otro. Amigos y compañeros de cada uno, funcionando como respaldo de las ideas y egos de un vestuario siempre complicado.
Riquelme vuelve a estar en el centro de la escena sin haber hablado. Se sabe que Ledesma y Rivero son sus mejores amigos adentro del plantel y comparten la vida dentro y fuera del vestuario. Es el líder de un grupo que integran otros juveniles como Sánchez Miño y Erbes, y que hablan en nombre de una idea grupal sin asumir que lo están haciendo.
En un momento en el que Boca intenta encontrar la regularidad y Bianchi un poco de tranquilidad, una nueva interna sale a la luz desde el vestuario de Casa Amarilla. Ese donde hasta hace no mucho tiempo convivía con las divisiones marcadas por Riquelme y Palermo, y que ahora vuelve a sufrir una lucha de egos y filtraciones. La interna es pública y Ledesma fue el encargado de ponerla en la tapa de los diarios.
Fuente: infobae.com