Los jueces entendieron que Páez mató a Rocío Ubilla con el propósito de ocultar otro hecho, como fue el atentado al pudor en perjuicio de la víctima. No quedó probado para el tribunal, que el hecho se haya cometido con alevosía.
Por otro lado se remitirán a la Fiscalía General, las copias del acta de debate para iniciar una investigación por presuntos delitos de falso testimonio por parte de Norma Morales de Castillo y Francisco Andrés Castillo.
También se deberá abrir una investigación para determinar responsabilidades por la desaparición de algunos elementos secuestrados en la instrucción.
El tribunal rechazó los pedidos de la defensa para que se investiguen los falsos testimonios de Liliana Sana, Cipriano Sánchez, Luis Rial, Antonia Martorelli y Marina Estela Falcón.
Tampoco se hizo lugar a un planteo de la defensa, para investigar al oficial subinspector Diego Omar Sánchez, por el delito de abuso de autoridad, y a Liliana Sana, a quien sindicó como “encubridora”.
El 18 de diciembre, a las 12 del mediodía, el tribunal dará a conocer los fundamentos de la sentencia.
Previamente, el fiscal Gustavo Bergesio y el querellante Luciano Rojas, habían coincidido en reclamar la pena de reclusión perpetua para el acusado.
El fiscal mantuvo los cargos por homicidio calificado críminis causa, mientras que el abogado de la querella le añadió el agravante de la alevosía.
Bergesio sintetizó la culpabilidad de Páez en el hecho de que “se fueron dos, volvió solo uno”, al hacer mención a los testigos que lo vieron llevar a la chica en su moto.
El fiscal le dio total credibilidad a los testimonios de Cipriano Sánchez, Luisa Rial y Antonia Martorelli, fundamentalmente porque eran coincidentes y se complementaban en cuanto a los horarios que manejaban.
En cambio le quitó toda eficacia probatoria a los familiares del acusado, porque consideró que acomodaron las cosas para hacer aparecer una situación que lo desvincularía del hecho.
“Ninguno de ellos pudo decir qué sucedió entre las 9.00 y las 10.00 de la mañana”, remarcó.
Párrafo aparte mereció Norma Morales de Castillo, de quien dijo que “no dijo todo lo que vio”.
Finalmente sostuvo que el crimen se cometió por la frustrada relación sexual del acusado con la víctima, para evitar que lo delate posteriormente.
El querellante Luciano Rojas adhirió al fiscal, pero él dio por probado que Rocío recibió el golpe que la dejó obnubilada e indefensa, y de esa manera recibió el puntazo mortal. Por ello sumó el agravante de la alevosía.
“Espero que Dios lo perdone al señor Páez”, concluyó.
Por su parte la defensa se tomó todo su tiempo para alegar y cuestionar absolutamente todo el proceso, al que calificó de irregular.
Juan Carlos Augusto Véliz criticó al fiscal Héctor Maidana, a los testigos que declararon en contra de Páez, y hasta a los peritos.
Después de mas de dos horas de exposición, el letrado pidió la absolución de su cliente, e insistió en pedir que se siga la línea que apunta a Daniel Machado y Liliana Sana, a quien sindicó de “encubrir algo o alguien”.
ejemplificadora
Por: Lorena el 04-12-2008 a las 14:09