Esos “caballos de Troya” –construidos a partir de adenovirus- tienen un tamaño 100 veces menor que una célula, explicó Osvaldo Podhajcer, jefe del laboratorio de Terapia Molecular y Celular del Instituto Leloir. “Aprovechando la maquinaría propia de la célula, se multiplican hasta matarla. Una vez que la elimina, son liberados y siguen infectando a las células malignas”, agregó.
El estudio de melanoma fue publicado en The Journal of Investigative Dermatology, la revista científica de mayor impacto en dermatología; y el de cáncer de páncreas, en Molecular Therapy, que edita la Asociación Americana de Terapias Celulares y Genéticas.
Algunas variantes de estos caballos de Troya están en etapas avanzadas para su posible uso terapéutico seres humanos, enfatizó Podhajcer. “Nuestro objetivo es mejorar el tratamiento del cáncer abordando el desafío de generar nuevos biofármacos que sean complementarios a las terapias actuales.”
En los estudios también participaron los doctores Felipe Nuñez y Verónica López del laboratorio de Podhajcer.
Fuente: Agencia CyTA-Instituto Leloir
www.agenciacyta.org.ar
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