Por otra parte, consideró importante la tarea de prevención que se viene realizando en la provincia, teniendo en cuenta que ahora los padres ya realizan consultas en niños de dos años o dos años y medio. “Nosotros trabajamos mucho en las señales de alerta – sostuvo Valdez-, porque sabemos que cuánto antes se hace el diagnóstico y cuánto antes se empieza a trabajar con los chicos, eso mejora notablemente el pronóstico”.
Señales de alerta
A modo de orientación, indicó que hay tres señales de alerta que son importantes tener en cuenta, no para asustarse sino para apreciar si el desarrollo avanza de manera adecuada: si a los 18 meses el bebé no señala para mostrar o para pedir, si no hace juego funcional (por ej. que hace de cuenta que come torta pero sin torta, que hace de cuenta que juega con autos, etc) y si no tiene “miradas de referencia conjunta” (mirar a la persona y seguidamente mirar un objeto y repetir el movimiento como pidiendo o mostrando el objeto), es importante consultar con los profesionales porque puede haber un riesgo de que el desarrollo no se esté dando adecuadamente. “Son los tres indicadores claves que se consideran en el mundo para detectar tempranamente el autismo a los 18 meses- dijo-, aunque ahora se están realizando pruebas para trabajar aún más temprano, porque después del primer año empiezan a haber indicadores más ostensibles; se hacer un diagnóstico presuntivo y se empieza a trabajar en estimulación temprana, con intervención y luego a los tres años aproximadamente se brinda el diagnóstico”
El profesional explicó que el autismo es un tema muy complejo y exige una intervención interdisciplinaria, compleja, en donde deben intervenir psicólogos, psicopedagogos, psicomotricistas, terapistas ocupacionales, maestros, la maestra integradora, la articulación con la escuela para hacer inclusión educativa, en síntesis un equipo con criterios y objetivos comunes de trabajo, especialmente junto a las familias y la comunidad.
Acerca del profesional
Daniel Valdez es Doctor en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid. Es Profesor para la Enseñanza Primaria y Licenciado en Psicología por la Universidad de Buenos Aires.
Profesor invitado del Programa de Doctorado “Desarrollo psicológico, aprendizaje y educación: perspectivas contemporáneas”. Departamentos de Psicología Básica y de Psicología Evolutiva y de la Educación. Universidad Autónoma de Madrid.
Es profesor de la Maestría en Psicología Cognitiva y Aprendizaje FLACSO-UAM.
Es director de la Diplomatura en Autismo y Síndrome de Asperger de la Pontificia Universidad Católica Argentina.
Se desempeña como terapeuta y orientador de equipos de intervención psicoeducativa en trastornos del desarrollo y problemas de aprendizaje. Es asesor de instituciones educativas en temáticas de diversidad e inclusión.
Es Director de la Diplomatura en Autismo y Síndrome de Asperger de CPAL - Universidad Católica de Lima, en Perú.
Ha dictado cursos y conferencias en Argentina, Chile, México, Perú, Uruguay, Paraguay, Brasil, Francia y España, además de haber publicado numerosos libros sobre Autismo, entre otras tantas menciones que contiene su currículum.