Por otro lado, si alguien bebe de más, se debe acompañar a esa persona, llevarla a un lugar tranquilo y ventilado; recostarla de costado para que no se ahogue en caso de tener vómitos; aflojarle la ropa, abrigarlo, ofrecerle agua y no permitirle manejar ni irse solo.
Los niños y las mujeres en búsqueda de embarazo, embarazadas o en período de lactancia no deben consumir alcohol, como así tampoco las personas que lo tienen contraindicado por enfermedad o uso de medicamentos.
Las bebidas con alcohol son sustancias psicoactivas que generan cambios en el ánimo, la memoria, el pensamiento, las sensaciones y la voluntad. Sus efectos dependen del grado de alcohol puro que contenga la bebida, si se ingirieron previamente alimentos o no y el contexto en el cual se bebió. También intervienen en los efectos las características corporales del consumidor; la existencia de enfermedades y la eventual mezcla con otras bebidas alcohólicas y/o sustancias.
En caso de que se produzcan incidentes debido a un consumo excesivo de alcohol, es recomendable asistir inmediatamente al centro de salud más cercano.