La presencia en la materia fecal de moco pus y sangre indica, en general, inflamación del intestino grueso y puede necesitar otro tipo de estudios y tratamiento.
Es importante no subestimar la diarrea, ya que implica siempre un riesgo, en el caso que se presente con sangre, moco, pus y fiebre alta requiere consulta urgente con el médico.
Prevención
Para prevenir la diarrea y sus complicaciones debemos tomar medidas tales como que el lavado de manos antes de manipular los alimentos y las mamaderas, la conservación en la heladera es importante y no guardar restos de leche sobrante.
El agua debe ser hervida antes de preparar el biberón cuando se utiliza leche en polvo.
La lactancia materna es una aliada para prevenir muchas enfermedades, el niño alimentado con leche de madre, tiene pocas posibilidades de enfermarse de diarrea.
La mejor leche y la menos contaminada es la materna. Es la ideal porque no hay manipuleo ni se contamina.La leche materna tiene sustancias protectoras para la prevención de la infección intestinal.
También debemos lavar bien frutas y verduras, cocinar bien los alimentos especialmente carnes y huevos. Si come hamburguesas, deben estar bien cocidas y en el interior no deben tener color rosado.
No usar la misma tabla o mesada donde apoyó la carne cruda sin lavar previamente con agua y detergente. Y si comen fuera de casa asegurase que los alimentos sean recién cocidos.
Los síntomas de urgencia, para tener en cuenta son:
En los lactantes pequeños la diarrea siempre es una urgencia.
Si orina poco o no moja los pañales.
Si tiene los ojos hundidos y la lengua seca.
Si la diarrea tiene sangre y moco y se acompaña de fiebre alta.
Si vomita o rechaza la ingesta de alimentos y líquidos.
Si vomita color verde.
En caso de presentar diarrea hasta que se consulte al médico debe continuar con pecho si se amamantaba, si hace mucho calor, bañarlo y colocar al bebe en un lugar fresco, la temperatura alta aumenta el riesgo de deshidratación y si vomita administrar agua hervida o mineral por cucharitas. Y recurrir lo más antes posible al centro de salud más cercano al domicilio.
En la gran mayoría de las diarreas no es necesario el tratamiento con medicamentos. Con una hidratación y alimentación adecuadas se cura espontáneamente en 5 a 10 días.