Tiene además un importante valor en la rehabilitación de los dolores vertebrales, ya que se realiza sobre el eje de la columna, en equilibrio con el suelo, lo que promueve el correcto funcionamiento de músculos y vértebras.
"La práctica de Tai Chi reduce hasta en un 48 por ciento el riesgo de caídas en las personas mayores de 64 años con osteoporosis", sostienen en un estudio sobre Rehabilitación Osteoarticular, investigadores de la Universidad de Salamanca.
La Enciclopedia Médica también recomienda su práctica para mantener o adquirir densidad ósea, aunque la engloba entre otros ejercicios aptos, esto es, entre los que incluyen el soporte del propio peso: tenis, pesas, caminar, trotar o bailar.
En cambio, la natación o el ciclismo no son adecuados contra la osteoporosis, porque en ellos el cuerpo queda en suspenso.
Pero la ventaja del Tai Chi es que, a diferencia de los restantes ejercicios de sobrecarga, hace trabajar todo el cuerpo.
Al respecto, se sabe que en un tenista, su brazo activo posee hasta un 20% más de densidad ósea que el otro; y que, en quien practica Tai Chi, el beneficio, si no tan notable, se distribuye en forma pareja en todos los huesos.
También se ha comprobado que, mientras quien camina 15 cuadras diarias adquiere entre cuatro y siete años más de reserva ósea; pero con Tai Chi, ganaría entre nueve y doce años.
Esta práctica china consiste en 37 movimientos armonizadores que invitan a "cabalgar al tigre", "tomar la cola del gorrión", "acariciar la crin del caballo salvaje" o a sostenerse sobre un pie como "el gallo dorado" y desplegar las alas como "el Fénix".
Su filosofía se inscribe en los principios taoístas que mandan al cuerpo a "vencer el movimiento con la quietud, la dureza con la suavidad y lo rápido con lo lento".
Técnicamente, se trata de un ejercicio aeróbico de impacto moderado, que según la medicina china no sólo beneficia a los huesos, sino a los aparatos respiratorio y cardiovascular, los músculos y la mente.
{ADR}Al realizárselo al aire libre, también promueve la producción de vitamina D, indispensable para la fijación del calcio.
Además, quienes lo practican toman conciencia de su cuerpo, adquieren elasticidad y equilibrio, y corrigen errores posturales.
La quebradura por osteoporosis es frecuente en personas mayores, porque la falta de equilibrio las lleva a caerse; pero el Tai Chi remedia este problema al conferirle elasticidad al cuerpo.
La alta incidencia de la enfermedad se debe al envejecimiento de la población y al estilo de vida, en el que juegan en contra el sedentarismo, el alcohol, el tabaco, los genes y ciertas drogas.
Cerca del 20% de las mujeres blancas mayores de 50 años presentan osteoporosis y el 30% sufre de osteopenia (baja densidad ósea), que puede derivar en osteoporosis si no se trata.
Se estima que la mitad de ese grupo de riesgo sufrirá en algún momento una fractura de cadera, de muñeca o de vértebras.
La osteoporosis se caracteriza por una reducción de la masa ósea, lo que ocasiona fracturas espontáneas o por trauma.
Los síntomas en estado medio y avanzado son: fractura de vértebras, muñecas o cadera; dolor de cuello, de cintura o sensibilidad ósea; pérdida de estatura; y postura encorvada.
La masa ósea crece hasta los 30 años y permanece constante hasta los 50, luego comienza a declinar, especialmente en mujeres, por la pérdida de estrógeno.
La osteoporosis se presenta cuando el organismo no es capaz de formar suficiente hueso nuevo, o cuando gran cantidad del hueso antiguo es reabsorbido por el cuerpo, o en ambos casos.
El calcio y el fósforo son dos minerales esenciales para la formación ósea; en caso de insuficiencia, se afecta su formación, y si el organismo los reabsorbe del hueso, debilita su estructura.
Como esto sucede gradualmente, salvo que una densitometría lo revele, la persona recién sabrá que padece osteoporosis tras una fractura, de allí su apodo de "enfermedad silenciosa".
Frente a esto, el Tai Chi promete "desplegar las alas del Fénix", ave que según el mito, renació de sus cenizas. (Télam).-