Para los que tienen la vista cansada de conocer lugares, Catamarca es una provincia de una belleza turística excepcional y refrescante.
Apoyada en la cordillera de los Andes que corona la puna por el oeste y bañada por selva exuberante al oriente, combina en sus paisajes todas las gamas cromáticas que nacen de la mezcla única de diferentes alturas, vegetación y minerales, llanura y montaña, mesetas y valles.
Entrada natural al noroeste argentino, sus caminos conectan circuitos pródigos de sitios arqueológicos, patrimonio arquitectónico y tesoros indígenas.
Aunque su clima habilita un paseo en cualquier estación del año, Semana Santa es la época ideal para visitarla. El sol tibio rara vez desaparece del cielo y los atisbos de otoño se reflejan en las copas verde-amarillas de los árboles, regalando postales emocionantes al turista.
El Valle Central
San Fernando del Valle de Catamarca es el punto más elegido para la llegada a la provincia y un centro estratégico para iniciar múltiples circuitos al interior.
Así, podrá partir durante el día a explorar lugares como la Cuesta del Portezuelo; conocer los túneles y las Yungas de Paclín en el este; visitar las pintorescas villas de El Rodeo, Las Juntas, La Merced y Concepción; realizar el circuito Torres y Campanas u optar por el turismo en estancias como El Pronunciamiento, Los Timones y Los Mimbres.
Presentando una rara mezcla de ciudad colonial y moderna, esta capital torna sencilla la combinación entre un paseo histórico-cultural durante el día y, al mismo tiempo, atractivas salidas nocturnas. La adecuada infraestructura hotelera y gastronómica garantizan todas las comodidades, sumadas a la tranquilidad y seguridad características de esta provincia.
Al levantar la mirada caminando por sus calles, desconcierta observar las figuras recortadas de las cúpulas de las iglesias sobre el fondo imponente de los cordones Ancasti y Ambato.
En el casco histórico de San Fernando del Valle de Catamarca deberá visitar la Basílica Nuestra Señora del Valle, situada a continuación de la pintoresca Casa de Gobierno y en frente de la frondosa plaza 25 de Mayo.
Caminando sólo un par de cuadras hallará el antiguo Museo Arqueológico Calchaquí, reservorio de piezas y tesoros fascinantes de la epopeya colonial y pre-colonial. A unos pasos la iglesia y convento de San Francisco ofrenda una delicada arquitectura religiosa.
{adr}En el Mercado Artesanal se maravillará con la variedad de productos autóctonos que comprenden desde delicias regionales a hermosos trabajos de cestería, orfebrería y tejido.
Siguiendo por la ruta a Valle Viejo, plena de postales en cada tramo, se hallará en el departamento Fray Mamerto Esquiú, donde se encuentra la casa centenaria del Orador de la Constitución, cobijando parte del mobiliario utilizado por Fray Mamerto Esquiú.
Antofagasta de la Sierra
En ascenso sostenido hacia el oeste se verá sorprendido por la grandiosidad incomparable de la Puna catamarqueña, con una orografía rayana entre el exotismo y la fantasía.
Cientos de volcanes maquillados de oro, negro y cobre y conos de más de 6000 m. de altura, con depresiones que conforman cuencas cerradas con lagunas y salares, son el entorno natural de la villa de Antofagasta de la Sierra, ubicada a 580 kilómetros de la capital provincial.
La presencia del hombre hace millares de años también puede rastrearse en esta zona, reconociendo yacimientos arqueológicos y vestigios indígenas de un valor cultural e histórico inestimable.
La inspiración de la naturaleza creó aquí una fauna única de vicuñas y cóndores, visitados por flamencos rosados y aves del otro extremo del mundo.
La excursión al Volcán Galán es simplemente sobrecogedora. En el interior de su cráter, con una boca de 32 kilómetros de diámetro, yace escondida la Laguna Diamante, con un ecosistema propio, fruto de este escenario fascinante.
El turismo de aventura en travesía 4x4 permite el acceso, entre otros, a los Volcanes Alumbrera y Antofagasta, el Salar del Hombre Muerto y la Laguna Caro, las minas de oro y plata del Salar de Antofalla, y El Peñón y la Reserva de la Biosfera de Laguna Blanca, con centenares de vicuñas en estado salvaje.
Londres, Belén
A escasos kilómetros de Londres, la segunda localidad más antigua del país y cabecera del departamento Belén, cuna del poncho y famosa internacionalmente por la calidad de sus tejidos, se encuentra un monumental parque arqueológico llamado El Shincal de Quimivíl.
Construido y habitado por los incas entre 1470 y 1536, y enmarcado por un extraordinario paisaje, el antiquísimo complejo arquitectónico está conformado por más de un centenar de recintos, varios de ellos agrupados en edificios colosales, dispersados en una superficie de unas 21 hectáreas.
Desde Londres de la Nueva Inglaterra, fundada en 1558, es posible seguir por la Ruta Nacional 40 hacia el poblado histórico del Valle de Hualfín cerrando este atrapante circuito cultural.
El Paso de San Francisco. Una puerta abierta todo el año
Como un destino en sí mismo o como corredor hacia el mar trasandino, el Paso de San Francisco atraviesa en flamante asfalto 250 kilómetros de la cordillera, brindando paisajes de ensueño a casi 5000 metros de altura. Por su ruta amplia y suave, y un clima que lo hace transitable todo el año, este paso es cada vez más utilizado por los turistas y para el transporte mercantil hacia el Pacífico.
Ubicados en el noroeste catamarqueño, el trayecto se inicia en Tinogasta, departamento reconocido en el turismo de salud por aguas termales como las de Fiambalá, con piletones que permiten aumentar gradualmente la temperatura de los baños. En tanto el turismo de aventura adopta la forma de expediciones 4x4, trekking, y montañismo en el Cerro Ojos de Salado, amén de una veintena de montañas que superan los 6000 metros de altura.
Santa María, Capital de los Valles Calchaquíes
Contando con servicios de primer nivel y panoramas encantadores, Santa María es un centro de recursos históricos, culturales y arqueológicos. Enclavada en los valles calchaquíes, región formada por Catamarca, Salta y Tucumán, recoge toda la riqueza de esta amalgama, ofreciendo excelentes productos artesanales y una gastronomía rica en vinos, confituras y dulces.
Allí también se encuentran los nacionalmente prestigiosos museos de Santa María y Fuerte Quemado, con valiosas piezas precolombinas.
Campo florido, Nevado de Aconquija
Otro lugar extraído de un libro de cuentos es el Nevado de Aconquija. A sus pies se despliega una serie de poblados con todos los servicios necesarios para descansar o realizar actividades al aire libre y deportes de aventura.
Ascendiendo al Pucará de Aconquija descubrirá una espectacular fortaleza precolombina utilizada luego por los indígenas para resistir el asedio de la conquista española. Y no muy lejos llegará a la estancia del Condado de Huasán, en la ciudad de Andalgalá. Con más de 200 años de historia, si lo desea podrá alojarse en este establecimiento para experimentar la vida que llevaron nuestros antepasados.
Otra opción es hacer turismo minero visitando una vistosa mina de rodocrosita, la piedra nacional argentina, aplicadas en las exclusivas artesanías que sólo existen en nuestro país.
Por todos sus paisajes, por la profundidad cultural de su historia, por la calidez serena de su gente, Catamarca no debería describirse en palabras sino en sensaciones. Es una invitación al asombro equilibrada con la parsimoniosa tranquilidad de sus costumbres y el cuidado valor de sus tradiciones.
Informes:
Secretaría de Turismo
Ministerio de Producción y Desarrollo
General Roca 1º Cuadra. Local Nª 1 - Tel. 03833 - 437594 . Fax 437593.
Casa de Catamarca en Buenos Aires
Avda. Córdoba 2080. Tel. 011 43746891-93-95
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