La rutina era la habitual para Rosa Yolanda Sánchez (23 años), joven empleada de la planta permanente de la Municipalidad local, cuya función era realizar las tareas de maestranza en el local escolar. De lunes a viernes, alrededor de las 6.30, la joven se dirigía desde su vivienda ubicada en la calle Lomas de Zamora sin número del sector C del barrio Villa Balnearia, hacia el barrio 25 de Mayo, en el sector norte de Las Termas.
Era la primera en llegar al establecimiento educativo. Abría las puertas de las instalaciones del Jardín Municipal Nº 6 Carita de Ángel, dado que tenía que dejar todo limpio, antes del ingreso de docentes y niños, a las 9.
Ayer, ni bien ingresó al local escolar, desde atrás la sorprendió la presencia de su ex pareja Claudio Salvatierra, de 25 años, con quien había estado distanciada en los últimos tiempos.
Mezcla de temor y sorpresa, seguramente, invadió a Rosa porque, según sus familiares, el muchacho era agresivo. Sin embargo, Salvatierra habría hecho prevalecer sus técnicas de seducción, sospechan los investigadores.
Luego de un extendido diálogo, la pareja habría mantenido relación sexual en una de las aulas, según estiman los sabuesos, especialmente al encontrarse semen en el suelo y en un pasamontaña, que pertenecería a la chica. Al parecer, la joven utilizó esa prenda para limpiarse, revelaron fuentes policiales.
Aparentemente, pasaron unos minutos y surgió una violenta discusión, dado que Sánchez ya había decidido romper definitivamente la relación sentimental.
El muchacho había intentado convencer a la víctima en varias oportunidades de reanudar el noviazgo, pero nunca tuvo un eco positivo. Este nuevo rechazo habría generado la ira de Salvatierra, aunque aparentemente había premeditado el crimen seguido del suicidio.
La hipótesis más firme que manejan los investigadores es que el joven extrajo un arma de fuego, calibre 22 largo, y le disparó a quemarropa, directo al corazón de la joven. Luego se dirigió hacia el mástil, ubicado en el patio, tomó la driza (cuerda) y la bandera de ceremonia. Amarró el cuello de la joven con la cuerda y la arrastró hacia la ventana con vista al patio. Seguidamente, anudó la misma cuerda en lo alto de la reja de la ventana, envolvió la bandera en su cuello, tomó el revólver y se efectuó dos disparos en el pecho. El cuerpo de Salvatierra quedó colgado de la reja de la ventana casi en cuclillas, mientras que la joven ordenanza terminó tendida en el suelo, a pocos centímetros.
Fuente: elliberalweb.com.ar