Sin perder el tiempo, hicieron volar la cerradura y entraron. Recorrieron un pasillo y revisaron habitación por habitación. Cuando llegaron al baño, se dieron con un cuadro mucho más macabro del que habían imaginado.
El cuerpo de la mujer de 50 años yacía en el piso. Junto a ella, también sin vida, estaba su hijo, Santiago Benjamín Bejas, de nueve años. "Al parecer, Brandán le dio al pequeño jugo de naranja mezclado con un agroquímico muy potente; luego, ella tomó es sustancia", informó una fuente policial.
La mujer y su hijo vivían en el cuarto piso del edificio situado en calle La Madrid 561.
Sus allegados le dijeron a la Policía que ella sufría problemas psicológicos y en una ocasión había estado internada, según consta en el informe oficial. Los investigadores ahora están trabajando para dilucidar qué tipo de tratamiento estaba realizando la víctima.
Desde el sábado, el padre del niño, Horacio Raúl Bejas, había estado tratando de comunicarse con él mediante su teléfono celular. Como no obtuvo respuestas, se dirigió a la seccional 2ª, que está a pocos metros del edificio de Brandán, y les contó a los policías lo que sucedía.
A las 11.30, los oficiales, supervisados por los comisarios Julio Medina y Julio Vargas, fueron al departamento y advirtieron que la llave estaba puesta del lado de adentro. Eso significaba que la mujer y su hijo aún estaban allí. Pero, por más que llamaban al teléfono domiciliario y tocaban el timbre, nadie contestaba.
Cuando encontraron los cuerpos, los policías se comunicaron con personal de la División Homicidios y Delitos Complejos.
Luego de revisar el departamento, los investigadores descartaron las hipótesis que implicaran la participación de una tercera persona.
Junto a las víctimas, se encontraron dos tazas de plástico y una cuchara grande. La comisario Lilia Moyano, médica de la sección Policía Científica, determinó que la mujer y su hijo habrían tomado un insecticida. De todas formas, el informe de la autopsia revelará qué tipo de sustancia causó los decesos.
Mientras se realizaban las pesquisas en el edificio, familiares de las víctimas se acercaron profundamente dolidos. LA GACETA trató de dialogar con ellos, pero optaron por no realizar declaraciones.
En la cocina comedor del departamento, los peritos encontraron una carta que escribió Brandán. Según fuentes cercanas a la causa, tiene por fecha 22 de julio. Sin embargo, los investigadores sospechan que el trágico episodio se produjo entre el sábado y el viernes.
En la nota, indicaron los investigadores, la mujer no explica por qué decidió darle el agroquímico a su hijo, aunque sí da otros detalles que se mantienen en reserva.
El caso, caratulado como homicidio seguido de suicidio, quedó en manos del fiscal Carlos Alberto Albaca. Al haberse quitado la vida la presunta autora del hecho, será archivado luego de que concluyan las pericias.
Fuente: La Gaceta