"Fue un golpe de una decisión mal tomada, de una persona que no debió haber estado en el equipo. Simplemente hubo un desequilibrado arriba del auto", indicó reflexivo Terranova esta tarde, en un tono muy diferente al que utilizó entonces cuando trató de justificar ante la prensa aquella deserción.
Terranova admite que aprendió la lección, que ya sabe que "no hay que sumar gente con problemas psicológicos" al equipo y enfatiza que en un Dakar "cuesta mucho llegar arriba" y que para hacerlo hay que tener "muchos kilómetros" rodados.
"Es fundamental la experiencia, los golpes y los fracasos y yo los tuve todos pero siempre hay que mirar adelante", afirmó.
Y fue justamente eso lo que hizo el mendocino, seguir adelante pese a que el Dakar le ha sido hasta ahora esquivo en resultados, ya que abandonó las ediciones de 2005 y 2007 en Africa, donde corrió en moto; en 2009, 2011 y 2012 en autos en Sudamérica, y fue la de 2011 la única que completó, con un noveno lugar.
"No hay que ser exitista sino que hay que ser constantes, como los europeos", recalcó, y subrayó que esta es una "competencia muy compleja".
"Ayer (lunes) parecía que la etapa no iba a ser complicada, según la hoja de ruta pero resulta que terminó siendo muy compleja y pilotos de la talla de Nasser Al Attiyah (Buggy) Guerlain Chicherit quedaron afuera", puso como ejemplo.
Terranova considera que no llegó a su techo, que quiere subir a lo más alto y que se puede porque los más veteranos dejarán lugar a los más jóvenes.
"Este es un deporte de gente muy madura en edad y experiencia. Yo tal vez venga con menos edad, pero con más madurez, pero los pilotos como Peterhansel van a empezar a caer y los jóvenes vamos a seguir subiendo", afirmó.
Finalmente, se despide insistiendo en que "llegar a lo más alto cuesta mucho" y que, tras asegurase la victoria en la décima etapa, resta "descansar para afrontar los que queda hasta Santiago que no es poco".
Fuente: Télam
