José Medina y Adela Rodríguez murieron el sábado 7 de abril pasado, cuando la ambulancia conducida por Guzmán embistió la moto en la que se conducían.
Hasta ayer la situación del chofer parecía no estar complicada, debido a que si bien pasó con el semáforo en rojo, el hecho de que circulaba con sirena y balizas encendidas, lo eximía de eventuales responsabilidades, ya que se dirigía a cubrir una emergencia.
Pero al conocerse el dato de que estaba alcoholizado, en estado de euforia, ahora se le agregaría a la imputación de homicidio culposo agravado por el número de víctimas fatales, el agravante de la conducción imprudente.