Los estudios forenses determinaron que a la mujer, Ana María Castro, de 54 años, le apoyaron "firmemente" el arma en la nuca, para luego descerrajarle el disparo que derivó en su muerte casi de forma inmediata.
En tanto, la Policía busca intensamente a los dos delincuentes que la asesinaron, al intentar robarle el auto en la puerta de la casa de unos familiares en Lanús, al sur del Gran Buenos Aires.
Los investigadores establecieron que los delincuentes -ambos jóvenes, sobre los cuales ya elaboraron dos identikits- después de dispararle a la mujer se llevaron las llaves del auto, pero no el vehículo y escaparon en la moto en la que se desplazaban.
A seis cuadras de allí, asaltaron a otras personas y les robaron una segunda moto, con la cual completaron la huida, de acuerdo con lo señalado.
En ese sentido, el superintendente de Seguridad de la zona Sur de la Policía Bonaerense, Mario Valente, confirmó la existencia de dos identikits, que fueron elaborados por testigos.
También señaló que avanzan tras tomar huellas dactilares que fueron encontradas en una moto abandonada, la cual fue hallada a pocas cuadras del lugar del asesinato.
Castro, la víctima de este nuevo episodio de inseguridad -similar a otros casos ocurridos en las últimas semanas en el conurbano bonaerense- vivía en la ciudad bonaerense de Necochea junto a su esposo, un comisario retirado de la Policía bonaerense.
La mujer estaba en la casa de unos primos, había terminado de almorzar junto a su familia y en el momento de la tragedia había salido hacia la vereda a buscar un diario que había dejado dentro de su auto, un Peugeot 307 color gris, que estaba estacionado sobre la calle Gaebeler al 1200, casi esquina Juncal.
El lugar donde se produjo el trágico intento de asalto está ubicado a apenas una cuadra de la Jefatura Departamental de Lanús.
Según los testigos, cuando la mujer se acercó al auto aparecieron sorpresivamente los dos delincuentes, que estaban en una moto y le exigieron la entrega del vehículo.
En ese momento, Castro les dio las llaves, pero antes -no se sabe si a propósito o por los nervios de la situación que estaba viviendo- se accionó la alarma y uno de los delincuentes le disparó a la cabeza, hiriéndola de gravedad.
Un vecino del barrio, llamado Antonio, fue quien cargó en su auto a la mujer para llevarla al hospital, señaló hoy: "No creo que se haya resistido. Le dispararon por disparar. Hasta se llevaron las llaves del auto".
Según señaló, los ladrones huyeron en la moto en la que habían llegado y a las seis cuadras "tomaron otra moto".
"Les apuntaron a otras personas con las que se toparon, les sacaron la moto y tiraron las llaves del auto (de la mujer). Los que más los vieron fueron esta gente a la que le robaron la moto", manifestó el vecino en declaraciones a la prensa.
Aseguró también que, a su entender, "todo fue al voleo: cuando la mujer destrabó el auto sonó la alarma y ahí le dispararon".
El esposo de la víctima, en breves declaraciones a la prensa, sostuvo: "Le pegaron un tiro en la cabeza y la mataron peor que a un perro".
Castro llegó a ser atendida en el Hospital Zonal Narciso López, ubicado cerca del lugar del ataque, pero falleció enseguida como consecuencia de las graves lesiones que había sufrido.
El salvaje crimen guarda similitudes con otros casos que también terminaron con mujeres asesinadas en las últimas semanas en el conurbano: el de la arquitecta y catequista Renata Toscano (cometido el 17 de noviembre pasado por tres delincuentes en Wilde), el de la maestra Sandra Almirón (asesinada el 25 de noviembre por tres ladrones cuando llegaba a su casa, en la localidad de Derqui) y el de Sandra Brickman (baleada el 28 de noviembre cuando había salido a hacer unas compras a unas cuadras de su casa, en Nueva Pompeya).
Fuente: Cadena3.com