Cuando circulaban cerca del barrio Villa Bosch, el pasajero extrajo un cuchillo o navaja, con lo que amedrentó al conductor, justo en el momento en que un segundo delincuente apareció a bordo de la moto y se colocó al lado del auto.
Entonces lo obligaron a detenerse y se apoderaron de la tiquetera y el equipo de radio, aunque curiosamente no se llevaron dinero.
Luego los delincuentes escaparon a bordo de la moto y aunque el remisero intentó perseguirlos, los ladrones lograron darse a la fuga.