Según habría manifestado la damnificada, cuando cerraba el portón después que su hijo se fue, apareció un sujeto armado que la amenazó y la obligó a ingresar.
Una vez adentro, el asaltante le dijo que no la lastimaría si le entregaba el dinero que guardaba en la casa.
Además el individuo la obligó a sentarse en una silla mirando al suelo, mientras daba vuelta a la casa en busca del jugoso botín.
Finalmente el sujeto encontró en una de las habitaciones, y se marchó con rumbo desconocido.
Si bien el asalto sucedió después de las 6 de la mañana, recién denunciado alrededor de las 10 cuando un allegado de la mujer llegó al domicilio.