(DIARIOC, 18/03/2008) El caso, que comenzó a investigarse a fines de 1997, tuvo a varios involucrados, entre ellos el propio Miguel Ángel Ferreira (p), pero con el tiempo todos quedaron desvinculados y solo el ex empleado judicial llegó a juicio luego de varias postergaciones.
En la primera audiencia, el tribunal escuchó los términos de la acusación fiscal en contra de Ferreira, a quien se le atribuyen los delitos de impresión fraudulenta de sellos verdaderos, falsificación de instrumento público reiterado en dos ocasiones, y fraude agravado en perjuicio de la administración pública.
Según la imputación, Ferreira aprovechaba su condición de empleado en el Juzgado Civil del entonces juez Luis Sánchez Ahumada, para elaborar oficios apócrifos en los que se autorizaba el retiro de fondos de cuentas bancarias, cuyos depósitos por distintos motivos no tenían movimiento.
De esa manera el acusado se habría hecho de una suma cercana a los $ 210.000.
Al comenzar el debate, el abogado defensor Víctor Pinto planteó una serie de pedidos, con el propósito de evitar que el juicio continúe.
El principal argumento es que al haber pasado mas de 10 años desde el comienzo de la causa, la Justicia no debería haber dejado pasar tanto tiempo para llegar a esta instancia.
El fiscal Gustavo Bergesio y el querellante Sergio Tua se opusieron al pedido e insistieron en que el proceso debe continuar.
Los jueces Fernando Esteban, Jorge Álvarez Morales y Rodolfo Bustamante, resolverán la cuestión el próximo martes.